Vestidos con camisas blancas, muy puntuales a las 9 de la mañana, y bajo una pertinaz llovizna, los cucuteños sin distingo de color político, credo o ideología estuvieron presentes ayer en la plazoleta de Los Fundadores, para acompañar el plantón que se organizó en rechazo por el atentado que sufrió el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, y también para pedir por su recuperación, por su vida.
Aunque la actividad se cumplía en desarrollo de la ‘marcha del silencio’ que se llevó en simultánea en todas las ciudades del país, en la capital nortesantandereana la multitudinaria presencia de personas hizo que el mensaje que se envió resonara en toda Colombia: Queremos un país en paz, un país en el que los violentos no tengan cabida, un país en el que la vida tenga un valor absoluto y en el que las nuevas generaciones tengan la esperanza de llegar sanas y salvas.
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Unidos en oración y en propósito
Exhibiendo afiches con el mensaje #Fuerza Miguel Uribe … por una Colombia Unida, hombres, mujeres y jóvenes aguardaron las dos horas que duró el plantón con un intenso, que se hizo infinito cuando el pastor presidente de ministros evangélicos, Omar Vera, pidió agarrarse de las manos para interceder ante el altísimo por un milagro por la salud de Miguel Uribe.
Aunque en la mayoría de capitales del país la Marcha del Silencio contó con la presencia de los gobernadores y alcaldes, en Cúcuta no ocurrió así, sin embargo, sí asistieron un nutrido grupo de concejales encabezados por la presidenta Carime Rodríguez, senadores como Edgar Díaz, exalcaldes de Cúcuta, empresarios, estudiantes, trabajadores de la salud, universitarios.