No tienen una sala de cine como las de los grandes centros comerciales, y la pantalla en la que pasan la película no sobrepasa las 36 pulgadas. Sin embargo, cada vez que la plataforma juvenil Jóvenes Conquistando el Futuro programa un cine foro, el salón verde se llena.
En un viejo rancho decenas de jóvenes se reúnen cada sábado en la noche a ver una película y debatir sobre ella. Las sillas se hacen pocas y muchos espectadores terminan viendo la película en el arcilloso suelo.
Esta es solo una de las actividades pensadas y coordinadas por jóvenes para los jóvenes en la comuna 7. Escuelas de formación deportiva, y talleres de música, teatro y liderazgo hacen parte del paquete.
La plataforma juvenil que nació como una iniciativa comunal es reconocida en los asentamientos vecinos por sus labores y liderazgo, al integrar a muchachos de La Conquista, Guadalupe, Villas de la Paz y Crispín Durán parte baja, en actividades culturales, deportivas y académicas encaminadas a impulsar el desarrollo de su barrio y sus comunidades.
“Los jóvenes se interesaron por los procesos que se vivían en el barrio y quisieron ser parte de los cambios. La plataforma ha tenido una gran acogida”, dijo Nelson Ovalles, líder comunal. “En siete meses logramos llegar a los 200 integrantes activos”.
Manos a la obra
Entre las actividades que coordinan los jóvenes entre 12 y 17 años se destaca la conformación de la escuela de formación deportiva del barrio, y la implementación de escuelas de liderazgo.
Desde hace dos meses, gracias al apoyo de la empresa privada, unos 100 niños entre 5 y 17 años hacen parte del equipo de fútbol. Esta iniciativa busca que los más pequeños puedan aprovechar su tiempo libre.
“Con la escuela buscamos que los niños canalicen su energía en el deporte, sean más disciplinados y comprometidos”, explicó Robinson Toro, profesor de la escuela.
A la par de la formación deportiva el Servicio Jesuita a Refugiados entró a esta comunidad con talleres de liderazgo.
“Con estos cursos pretendemos formar a los líderes del futuro, que aprendan a gestionar y servir a las comunidades en busca del bien colectivo”, dijo Ovalles.
Como muestra de este liderazgo, semanas atrás se organizó una caminata por los derechos de los niños. Con muñecos de dos metros los jóvenes explicaron a sus vecinos los derechos fundamentales y las rutas de atención ante la violación de estos derechos.
Los miembros de la organización cultural sueñan con ser ejemplo de las comunidades vecinas y lograr construir una plataforma gigantesca donde los jóvenes sean actores del cambio.