Como parte de un proyecto de intervención de sus Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS), para su adecuación y mejora, la empresa pública prestadora de servicios de primer nivel de Cúcuta, Imsalud, se propone definir el destino de 13 puestos de salud abandonados en el municipio.
Se trata de estructuras que en algún momento funcionaron como IPS, pero desde hace más de 15 años están abandonados debido a que fueron cerrados por no contar con requisitos mínimos de funcionamiento, ni habilitación.
En cambio, se han convertido en focos de inseguridad, por la visita permanente de habitantes de la calle o consumidores de estupefacientes que se aprovechan de su estado calamitoso para resguardarse.
Esto ha generado problemas en esas comunidades que han denunciado situaciones de violencia en torno a las construcciones donde se cometen hurtos y otras donde se viven escenarios de violencia.
Juan Agustín Ramírez, gerente de la ESE Imsalud, señaló que desde el Departamento de Planeación hicieron un diagnóstico de las 37 IPS que tienen activas, en el área urbana y rural, para verificar que estén cumpliendo con los requisitos mínimos que establece la norma para su funcionamiento.
De allí se estableció que todas requerían intervenciones en su infraestructura y se inició el proceso de mejora en 14 de estas que deben estar listas antes el cierre de esta vigencia.
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Dijo que para intervenir las 23 IPS restantes requieren el apoyo del Ministerio de Salud, la Alcaldía de Cúcuta, de concejales y de las fuerzas vivas, por cuanto no existe disponibilidad presupuestal para su mejora.
Puestos de salud abandonados
El gerente explicó que aunque la prioridad de su gestión fue optimizar el servicio de las IPS activas, no quieren cerrar la vigencia sin haber solucionado el tema de las IPS inactivas y tienen la idea de que algunas sean vendidas o cedidas en comodato, para ser utilizadas como bienes al servicio del municipio.
“El Departamento de Planeación diagnosticó que no hay como certificarlas en habilitación porque su infraestructura no lo permite y esto fue luego de un trabajo con especialistas, arquitectos, ingenieros, certificadores de habilitación. El resultado de esos estudios fue que no hay como habilitarlas, por lo cual no pueden ponerse en funcionamiento”, aclaró.
Con ese inventario, le propusieron a la Alcaldía de Cúcuta, a través de su Secretaría General, cederles algunas en comodato y solo se interesaron por dos que requieren para actividades de la Secretaría de Desarrollo Social y del Departamento Administrativo de Bienestar Social.
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Una tercera, en Puerto Villamizar, ya fue cedida en comodato a un corregidor que permanecerá allí, pero a las diez restantes, han decidido adecuarlas para convertirlas en archivos de Imsalud, venderlas o bien, demolerlas para conversar los predios. Los lotes podrían ser destinados a futuro, a la construcción de puestos de salud estandarizados, como los Centros de Atención Prioritaria en Salud (CAP) que propone la reforma.
“El propósito es darle utilidad a esas estructuras y, por ejemplo, aquí tenemos un problema de archivo porque tenemos que guardar las historias clínicas de los pacientes 20 años y antes se hacían en físico, se hacían a mano, esos papeles no se pueden votar, ni dañar. Es un fin que se les puede dar porque esos lotes son muy pequeños”, explicó.
Las IPS inactivas están ubicadas en Los Alpes, Virgilio Barco, Antonia Santos, El Escobal, Torcoroma, Vallester, Chapinero, Pueblo Nuevo, Limoncito, Puerto Villamizar, Carmen de Tonchalá, Los Arrayanes y Ricaurte.
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