En 1908, las personas con problemas mentales en Cúcuta y Norte de Santander no contaban con un lugar para recibir atención médica y algunas debían permanecer alejadas de la sociedad porque sus comportamientos eran calificados como “extraños”. Fue ahí cuando el Concejo de Cúcuta decidió donar recursos (5.000 pesos oro) para que fuera construido un lugar donde se atendieran dichos pacientes.
Este propósito motivó a Rudesindo Soto, un hombre recordado por su labor altruista en la ciudad, pues invirtió gran parte de su fortuna en obras de beneficio social, a donar los terrenos para la construcción del "manicomio".
Sin embargo, las obras no se consolidaron con eficacia, porque hasta 1940 quedó lista la construcción. Pese a que la obra ya había sido terminada, no se pudo poner en funcionamiento por falta de recursos hasta 1942, cuando se aprobó el presupuesto para la atención de los pacientes.
En 1961, dejó de llamarse "manicomio" para llevar el nombre de Hospital Mental Rudensindo Soto, que hoy 24 de agosto de 2022 cumple 80 años de funcionamiento.
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¿Cómo ha sido su evolución?
Actualmente, el hospital cuenta con una demanda de 11.962 usuarios y se ha convertido en la institución con mayor atención en su especialidad en Norte de Santander.
Al aumentar su demanda con el paso de los años, el hospital también ha ido fortaleciendo la infraestructura para la prestación de servicios a personas con problemas mentales y aquellas que han sido diagnosticadas como drogodependientes.
Es así, como ahora cuenta dentro de sus instalaciones con tres Centros de Atención a Drogodependientes (CAD), que se han encargado de dar acompañamiento a personas que quieren superar esta condición.
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En cada uno de ellos, hay un cupo aproximado de 20 personas, donde reciben terapia psicológica, desarrollan actividades terapéuticas y se realizan intervenciones médicas según sus requerimientos.
“Mantenemos ofertas de atención médica que va desde la depresión, hasta la esquizofrenia, pasando por la farmacodependencia, y para cubrirlas contamos un equipo de profesionales entre los que tenemos psiquiatras, neurólogo, psicólogos, terapistas, nutricionistas y enfermeras”, manifestó el gerente de la institución, Jesús Emilio Rincón Vera
Allí también se ha avanzado en la atención de urgencias psiquiátricas las 24 horas y consulta externa en cada una de sus orientaciones.
Y es así como para el 2022, la E.S.E Hospital Mental Rudesindo Soto cuenta con un presupuesto anual de 10.000 millones de pesos y su patrimonio alcanza los 25.000 millones.
También tiene con una capacidad de 117 camas instaladas, distribuidas en cada una de sus dependencias.
Lo que más requieren los nortesantandereanos
Durante este año, Alexander Noguera, subgerente administrativo del hospital asegura que ha ido aumentando el número de pacientes en el lugar, y con ello, que se requieran más recursos para el servicio.
“La demanda que tiene Cúcuta y Norte de Santander de personas que requieren nuestros servicios es mayor. Tanto así, que tenemos lista de personas en espera en el programa de farmacodependencia”, indicó.
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Noguera agregó que el lugar recibe apoyo de la gobernación y próximamente contará con “un apoyo por 1.300 millones de pesos en dotación para la atención de pacientes”.
Otro de los lugares que aporta al sustento de los internos y que hace parte del hospital, es la granja agrícola La Gloria, ubicada en el municipio de El Zulia, en la que los internos que están saliendo de su proceso de recuperación, tienen la posibilidad de iniciar proyectos de agrícolas relacionado con cultivos de plátano, naranja y otros productos, que son llevados para el consumo de los pacientes.
¿Cómo recibir atención en el lugar?
En la región, las enfermedades más frecuentes por las que recurren los ciudadanos son los trastornos mixtos de ansiedad y depresión, con 1.657 pacientes atendidos; y el trastorno afectivo bipolar no especificado, con 1.486 pacientes.
Por lo que hoy en día, la E.S.E cuenta con alianzas con todas las EPS de Norte de Santander, al igual que con la Policía y el Ejército Nacional, con el fin de ampliar su atención especializada. También cuenta con atención a migrantes a través de un convenio con la OIM.
Las directivas del lugar, aseguran que un paciente que requiera iniciar con una consulta psiquiátrica debe acercarse al lugar, con la autorización de su EPS, para la asignación de citas.
Y si se trata de una persona con problemas de farmacodependencia o consumo de sustancias psicoactivas, puede acercarse y allí se le dará una ruta de atención que inicia por la consulta con medicina general, psicología y terapia ocupacional.
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