En un nuevo intento por reorganizar el espacio público en la ciudad de Cúcuta, la Secretaría de Gobierno presentó ante el Concejo Municipal un nuevo proyecto de Política Pública de Vendedores Informales.
Miguel Castellanos, titular de ese despacho, señaló que este proyecto es parte de una deuda histórica con la ciudad y con la recuperación de sus espacios públicos.
Recordó que sobre ese plan se venía trabajando desde 2022, cuando se hicieron las primeras mesas de trabajo, y se presentó por primera vez ante la corporación en diciembre de 2023, donde solo alcanzó a discutirse en un debate. Destacó que ya como gobierno, el texto fue retirado para mejorarlo y ajustarlo a las necesidades de la ciudad.
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Señaló que el objetivo es “poner unas condiciones muy claras”, por lo cual destacó la necesidad de hacer un nuevo censo para tener datos más actualizados, toda vez que el último registro data de hace cinco años aproximadamente.
“Hay que saber cuántos vendedores informales son migrantes, cuántos son de Cúcuta, cuántos son de otras ciudades, cuáles son las necesidades, cuáles son las prioridades y así nosotros ofrecerle a ellos unas garantías”, dijo Castellanos.
Explicó que para el diseño de esta política pública se está tomando en consideración lo establecido por la Corte Constitucional, que prohíbe el desalojo de los vendedores informales del espacio público, pero permite ofrecerle una reorganización y una reubicación.
Desmintió las informaciones que han circulado y que hablan justamente de una desalojo forzoso, “eso no va a pasar sin cumplir las condiciones de la Corte Constitucional”.
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Asimismo, explicó que los vendedores informales tendrán un tratamiento especial dependiendo de la forma en que estén ubicados en el espacio público, pues “con los carreteros no se pueden tomar las mismas medidas que los que estacionarios, cada uno tiene unas prioridades, unas necesidades y de acuerdo a eso vamos a abordarlo como administración municipal”, apuntó el secretario de gobierno.
Sin vigilancia, volvió el desorden
Castellanos espera que con una eventual implementación de esta política pública se pueda lograr un efectivo ordenamiento en las calles del centro de la ciudad, que tras las acciones adelantadas a mediados del año pasado, volvió el desorden una vez se retiraron los agentes de espacio público,”eso es lo que no hay que permitir”, apuntó el secretario.
“Hay que dar herramientas, poner condiciones muy claras para que no necesitemos tener una cantidad de personas en la calle haciendo ese trabajo, sino tener unas reglas de juego muy claras con los vendedores informales, reconociendo la importancia que ellos tienen para la ciudad, sus necesidades, pues reconocemos que su sustento diario depende de este tipo de economía”, manifestó Castellanos.
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Señaló que la idea es que el cucuteño vuelva al centro, pues actualmente “la gente no quiere bajar a la sexta, por ejemplo, porque dicen que pueden demorar entre 20 y 25 minutos, entonces quieren evitar enfrentarse con ese desorden”.
Inicó que se hará un mayor esfuerzo en fomentar campañas de cultura ciudada, para que la organización se internalice enlos vendedores informales y se convierta en un hábito, “porque también les conviene a ellos”, apuntó Castellanos.
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