Una cita con la historia en el estadio General Santander. Cúcuta Deportivo afronta el partido más importante de sus últimos años recibiendo hoy, a partir de las 3:45 p.m., a Real Cundinamarca en la final de vuelta del Torneo II-2025.
El compromiso podría dictar sentencia sobre el conjunto rojinegro, que el pasado jueves cayó 1-0 ante los capitalinos en el estadio Metropolitano de Techo, de Bogotá. Un triunfo del motilón y consagrarse campeón lo llevará de vuelta a primera división, mientras que un empate o una derrota lo condenará a seguir en el infierno de la B.
El fronterizo, un equipo tradicional en el fútbol colombiano, también tiene otro escenario que es ganar el duelo por un gol –es decir igualar el marcador global- y caer en la tanda de penales, lo que activaría el sistema de repechaje en otra serie a dos duelos contra Cundinamarca.
La ilusión es gigante en la capital de Norte de Santander, pese a la derrota de hace unos días en Bogotá. El resultado es corto, la remontada es posible y el mensaje de la plantilla es a confiar en que se puede cumplir el objetivo de ascender, algo buscando desde 2022 cuando el Cúcuta volvió a la vida tras superar su peor crisis histórica.
“Hace dos o tres años venimos, perdón la expresión, comiendo mierda. Toca salir campeón, darle la tranquilidad a la gente y dejar a Cúcuta donde se merece, donde tiene que estar que es la A y pelear un título porque es grande y ya lo ha demostrado”, afirmó el argentino Lucas Ríos, tras el juego de ida.
Y es que, desde mediados de 2022, el equipo fracasó en su intento de ser campeón en seis semestres consecutivos. Lo más cerca que estuvo fue en el Torneo II-2023 cuando perdió la final con Fortaleza (2-1).
Todo o nada
Los dirigidos por Nelson ‘el Rolo’ Flórez afrontan el partido del año con una posibilidad clara de terminar dándole a la ciudad el regalo de Navidad.
“Somos conscientes del partido que nos vamos a jugar, el más importante del año, de nuestras vidas. Vamos a salir a matar o morir por conseguir el ascenso”, aseguró Jhonathan Agudelo, referente y goleador del equipo.
No será fácil para el conjunto más representativo del oriente de Colombia que apelará, además de su fútbol, al corazón.
“Cuando uno pone corazón y amor, las cosas salen bien. Ellos (jugadores) han puesto eso durante todo el año, esperamos que el día martes podamos conseguir el resultado”, expresó Braynner García, asistente técnico.
El marco de hinchas esperado es de más de 20 mil en las tribunas del viejo General Santander.
“Nosotros siempre hemos tenido al jugador número 12 aquí en la ciudad. Yo siempre he dicho, y no por estar ahora en el cuerpo técnico, que esta es la mejor hinchada del país y merece estar en el lugar que le corresponde, que es la primera división. Esperamos que vengan, hagan su trabajo como siempre lo han hecho y que al final de la tarde todos vayamos a celebrar”, añadió García.
A ser efectivos y cuidadosos
En el primer choque de la final, Cúcuta no fue menos que su rival. La situación del gol en contra estuvo precedida de un error en un rebote y una desatención en marca, pero tras ello, el motilón no sufrió el partido y antes bien tuvo múltiples opciones en la segunda parte donde el arquero Kevin Cataño fue gran protagonista.
La efectividad fue un ítem en el que se falló y que se debe afinar para compromiso de hoy, así como el cuidado en marca ante un agazapado Real Cundinamarca amante de las transiciones y muy fuerte en la velocidad y potencia de sus jugadores.
El rojinegro deberá probar las diferentes alternativas para hacer daño, comprendiendo que su rival se repliega bien, deja pocos espacios y en el juego aéreo es fuerte.
“Nosotros creemos que ellos van a venir a encerrarse. Creo que para ese bloque que ellos tienen lo más importante para nosotros es tener tranquilidad, darle vuelta al balón y ofrecer muchos duelos por las bandas… en los duelos podemos ganar un penal o tirar centro y resultar muchas cosas”, aseguró Eduar Arizalas, extremo del Cúcuta.
Arizalas sería titular tomando el lugar de Jhon Valencia, quien actuó en Bogotá pero quedó en deuda por su rendimiento como extremo por izquierda.
Otro cambio obligado es el de Juan Ceballos, expulsado en el duelo pasado. El mediocampo quedaría conformado con Santiago Orozco, Sebastián Támara y más arriba Ríos.
En el arco continuará Ramiro Sánchez, la defensa seguirá formada por Luis Hinestroza, Luis Payares, Diego Calcaterra y Mauricio Duarte, mientras que arriba pelearían Matías Pisano, Arizalas y en el frente Jaime Peralta o Agudelo.
Dos bajas en Cundinamarca
Real Cundinamarca, dirigido por Juan David Niño, llegó a Cúcuta sin su lateral izquierdo Jean Barbosa ni su volante Fabián Torres, ambos expulsados en Techo.
Las precauciones a tener presente frente a este equipo están claras: controlar las salidas, saber cortar las transiciones, dar poco espacio en el área y estar muy atentos en las segundas jugadas.
Su hombre de ataque más peligroso es Jayder Asprilla, formado en Atlético Nacional y quien se ubica en el tercer lugar de la tabla de artilleros del semestre con 11 tantos.
"Sabemos que es un equipo fuerte en las transiciones, veloz, físico, que le gustar coger la pelota… nosotros tenemos que ser bastante inteligentes en los momentos para buscar los espacios para atacar y ser eficaces arriba”, reseñó Agudelo.
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