Un colega en estas columnas de la Opinión viene escribiendo sendos artículos, donde propone que para las próximas elecciones a elegir gobernador del departamento N. de S. se vote en blanco como una manera de castigar a la clase política que ha venido ejerciendo el poder durante los últimos 15 años.

De acuerdo con la ley 1475 (Reforma Política) el voto en blanco es “una expresión política de disentimiento, abstención o inconformidad, con efectos políticos” Si gana el voto en blanco, de acuerdo con el art. 9 del Acto Legislativo 01 de 2009 “deberá repetirse por una sola vez la votación para elegir miembros de una corporación pública, gobernador, alcalde o la primera vuelta en las elecciones presidenciales, cuando del total de los votos válidos, los votos en blanco constituyan la mayoría.

Tratándose de elecciones unipersonales no podrán presentarse los mismos candidatos, mientras que en las corporaciones públicas no se podrán presentar a las nuevas elecciones las listas que no hayan alcanzado el umbral. Sí en la repetición de las votaciones llegare a ganar nuevamente el voto en blanco, quedaría como ganador el candidato que alcanzó la mayoría de los votos válidos en el certamen electoral. Es de aclarar que la Corte Constitucional en sentencia C-490 de 2011 precisó que para repetir elecciones es necesario la mayoría absoluta, es decir el 50% más 1 de los votos válidos, y no mayoría simple.

Con esta precisión de la Corte, superar el 50% de los votos válidos, no es una tarea fácil, diría más bien, muy difícil, casi imposible de lograr en los actuales momentos en el departamento, si nos atenemos que el peso de la idea cabalga casi exclusivamente en un par de columnas que con mucho valor el referido colega publica, manifestando en teoría que el voto en blanco puede ser una realidad.

Para que tenga alguna posibilidad, la promoción del voto en blanco deberá contar con una muy buena organización, manejarse la misma igual que una campaña política, de hecho lo es, con comités en los diferentes puestos electorales, con afiches, vallas, pancartas, pautas publicitarias en los diferentes medios de comunicación, manejo eficiente de las redes sociales, un comité central, de preferencia inscrito como promotor del voto en blanco en la Registraduría Nacional del Estado Civil, convocando reuniones en los diferentes sectores y por supuesto manifestaciones públicas que motiven a las personas inconformes y a los abstencionistas recurrentes a depositar su voto en blanco el día de las elecciones.

Hasta este momento, solo el columnista amigo que respeto y admiro, ara solo en el desierto, luchando contra molinos de viento, tras un sueño o ilusión muy improbable que se realice.

En este departamento sucede lo que en Barranquilla pasa con Alex Char, imparable o en Medellín con Federico Gutiérrez (Fico), lejos, de primero en las encuestas, William Villamizar no tiene contendor a la vista, de acuerdo con las encuestas, será el futuro gobernador del departamento.

La puja queda centrada en quién será el segundo en contienda, que se hará acreedor al premio de consolación por cuenta del Estatuto de la Oposición como diputado del departamento.