En junio, julio y en estos primeros días de agosto se han registrado cambios positivos en los indicadores claves de la economía colombiana, que han contribuido a generar expectativas optimistas sobre los resultados de final de año.

Tanto el comportamiento del precio del dólar, al caer por debajo de los $3 900 en un corto tiempo, el lograr controlar un poco la inflación que está en 12.13% y bajar la tasa de desempleo al 9.3%, la más baja en cuatro años, han sido claves en la aspiración de tan importante logro.

Sin embargo, esta semana Fitch Rating, una de las principales agencias internacionales de medición crediticia, bajó la calificación de la deuda de Estados Unidos de AAA a AA+, por el deterioro fiscal de la primera economía del mundo. Todo parece indicar que esta acción ha incidido considerablemente en la revaluación del dólar, que en tres días de esta semana ha recuperado $227, al pasar de $3.900 a $ 4.127.

En lo referente a la cotización del crudo hay razones para pensar que el precio puede permanecer aún alto, pues Arabia Saudita extenderá hasta septiembre el recorte voluntario de petróleo. Además, el inventario de Estados Unidos bajó en 17 millones de barriles,

El jueves el Banco de Inglaterra subió la tasa de interés 5 por ciento hasta 5.25%, la más alta en 15 años, pues la inflación sigue siendo la más alta en las principales economías del mundo.

Y aunque en las últimas semanas   se han registrado desempeños positivos en la economía colombiana que constituyen   perspectivas positivas para final de año, las expectativas de crecimiento económico para tal fecha no son las mejores.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), Colombia es la menor de las economías de la región, con una expectativa de crecimiento de 1%, hasta hace poco era de 1.1%. OCDE proyecta 1.5% y BBVA 1.2%.

Como han cambiado los tiempos, en 2022 Colombia era prácticamente la de mayor proyección con un 7.5%.