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Peor fue el remedio
Una mirada a la movilidad y el transporte en Cúcuta.
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Domingo, 24 de Abril de 2022

En varias oportunidades, he comentado sobre la pirámide de la movilidad, en la cual se define la preferencia vial que tienen todos los medios de transporte que circulan en la ciudad, siendo el peatón el de mayor importancia y los vehículos particulares, ocupan el último lugar.

Con base en lo anterior, los administradores de la pirámide, deben establecer las medidas que consideren pertinentes para proteger al peatón, evaluando con contundentes criterios profesionales el comportamiento ciudadano, el cual ha tenido pésimas calificaciones en nuestra ciudad, habida cuenta que cada conductor fija sus prioridades sin importarle la molestia que pudiera causar con sus actitudes.

Son muchos los casos que pueden citarse, siendo uno de ellos la dramática situación que sucede en horas del mediodía sobre la arteria desde la glorieta San Mateo hasta la glorieta Virgilio Barco, en cuyo trayecto se encuentra el reconocido centro educativo Santo Ángel de la Guarda.

En ese sector, la Secretaría de Tránsito demarcó con señalización horizontal, letreros que advierten presencia de escolares, velocidad máxima y varios reductores de velocidad que obligan a los conductores, mermar la velocidad para que su sistema de suspensión no se deteriore prematuramente.

Además, pareciera que las directivas del colegio, hubiesen socializado el tema con los representantes de los estudiantes, en un afán de colaboración para con los demás conductores que toman la vía que conduce al pujante municipio de Los Patios.

Sin embargo, y luego de las medidas relatadas, el problema es mayor dado que un porcentaje de automotores son estacionados sobre un carril y de manera ordenada desde las 11 y 30 de la mañana sin mayor problema, pero faltando minutos para la salida de los estudiantes, conductores irresponsables deciden organizar una segunda fila, generando un significativo trancón, dejando un solo carril para que desesperadamente avancen los demás vehículos, situación recurrente de lunes a viernes hasta la 1 y 30 de la tarde.

Al respecto, es muy lamentable acusar a los “avispados” conductores que bloquean el segundo carril porque para ellos, la meta es recoger a los menores con la deteriorada excusa que lo hacen por seguridad y lo más lamentable es que la parte operativa de tránsito, dejó de hacer presencia en el lugar mencionado, en el entendido que se trata de personas con suficiente educación, respetuosas de los derechos ciudadanos.

Sugiero que es hora de actuar con firmeza e imponer comparendos a los indisciplinados conductores por el bloqueo del segundo carril, para que entiendan que las vías públicas son de todos los ciudadanos y no de unos pocos, concluyendo que el remedio fue peor que la enfermedad.

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