A casi todos se nos ha pasado por la cabeza alguna vez ir de vacaciones a la ciudad de Cartagena, considerada la Meca del turismo en Colombia. Es una ilusión que se puede hacer realidad para muchos al visitar sus playas, el casco viejo y sus murallas que son emblemáticos no solo de esa ciudad, sino de los colombianos. El pasado puente festivo del 11 de noviembre se celebró la independencia de la considerada ciudad heroica y se ofrecía como una fecha propicia para visitarla.
Esa es, sin duda una ciudad con una belleza natural y sus habitantes han construido una urbe que merece ser visitada por su riqueza turística e histórica que le valió ser declarada patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco en 1984. No obstante, está reconocido que el fenómeno de la rápida urbanización y la globalización han sido procesos nocivos no solo para los bienes patrimoniales de la región, sino también para la cultura y la identidad local de la ciudad y su población, según el informe Patrimonio vivo, ciudad de Cartagena de Indias de 2021.
Esa como todas las ciudades nuestras enfrenta problemas de variada índole y esta semana por cuenta de una de sus visitantes, para más señas cucuteña, se hizo patente uno de ellos bien conocido allí y de lo cual se quejan propios y extraños, se trata del elevado precio por el servicio de taxi. La señora en mención, fabricante de fajas, denunció a través de su cuenta en una red social sobre el abuso que estaba siendo objeto al llegar a la heroica y querer desplazarse desde el aeropuerto hacia su hotel. El alcalde de allí ante la queja hecha pública por nuestra paisana no tardó en responder a través de otra red social de mensajería y restó importancia a las palabras e imágenes mostradas por la quejosa aduciendo que se trataba de una campaña para desprestigiar a su ciudad y aprovechar la situación para aumentar sus likes y reproducciones. Ante esto la señora en mención “se fajó” haciendo otros videos para defenderse y durante algunos días se hizo célebre.
Esa protesta la tienen también quienes habitan esa ciudad, al menos así me lo manifestaron algunos de los interrogados tratando de encontrar otra versión menos apasionada. Lo cual también se puede extrapolar a nuestra ciudad, tal vez no con altos valores en las carreras de taxi, pero si es posible con alguna frecuencia que los usuarios de este servicio puedan encontrar abusadores.
Esa señora tiene razón en su reclamo, no se pueden cobrar tarifas exorbitantes que distan de los valores dispuestos en las normas dictadas en esa materia. Pero no es admisible el lenguaje que utiliza pretendiendo ser más cucuteña que el resto de sus coterráneas que por su cuenta pueden parecer más agresivas y groseras de lo que realmente son. No se acepta tampoco el manejo que le dio el mandatario cartagenero que lejos de conciliar y buscar soluciones enfrentó la situación de manera tal que menosprecia el descontento de alguien que se siente atropellada.
Esas cosas también pueden estar pasando aquí entre nosotros. Este episodio bien puede servir de punto de partida para examinar si están los conductores de esta ciudad obrando con rectitud y no se aprovechan para hacer cobros no autorizados.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion .