¿Para qué sirve el patrimonio? Me gusta una respuesta de Luis Cesar Herrero, un académico de la Universidad de Valladolid quien sostiene que por un lado el patrimonio es parte fundamental en los tres grandes bloques que conforman el llamado sector cultural y que lo completan las industrias culturales y las creativas. Lo defineademás como aquello que le pertenece a una colectividad, una herencia que forma parte esencial de la identidad del ciudadano y de su historia, el fundamento de su vida y de la vida de todos. Siendo material o inmaterial, el patrimonio juega un papel indudable como un insumo para otras formas de desarrollo. Dicho esto, es un despropósito desconocer, ignorar, hacer la vista a un lado o no preocuparnos por élde Cúcuta y Norte de Santander.
Hay por lo menos 485 bienes de interés cultural en el Departamento, muchos de ellos amparados por la ley. 85 de estos, podemos decir, se encuentran de alguna manera reconocidos y documentados por un municipio, el departamento y la nación. Hace poco perdimos uno de esos, el Puente Real de Chitagá, con más de 200 años de existencia no resistió los embates del clima; no pudo sostenerse a esperar unos estudios técnicos urgentes para su intervención, que incluso fueron solicitados por la Procuraduría al exgobernador Silvano Serrano.
En Cúcuta, la Quinta Teresa, declarada tambien como de interés cultural de la Nación, patrimonio de la ciudad y amparada en el Decreto 2007 de noviembre de 1996, que tuvo además una inversión de 3.700 millones de pesos para su recuperación y puesta al servicio como un necesario escenario cultural para la ciudad, pensada además de esta manera, tiene hoy los salones que deben ser para el arte y la cultura ocupados con oficinas y despachos de otras entidades de la Gobernación. No es que no puedan estar allí, es que los niños que van a alguna actividadcultural, tienen que hacerlas al rayo del sol y bajar la voz porque interrumpen las actividades de los funcionarios resguardados en el aire acondicionado. Ese espacio es para talleres, exposiciones, para la cultura como incluso muestran sus cenefas, oficinas abundan en la ciudad, centros culturales no.
De esta manera es bueno pensar que el Patrimonio es algo que nos compete a todos, somos nosotros quienes debemos defender esto que sin duda es vital en la construcción de una identidad y una ciudadanía. Varias Casas de Cultura en los municipios, como otro ejemplo, requieren estudios, mantenimiento e intervención. ¿Cuántos bienes del departamento y la ciudad están en riesgo o en una subutilización? La falta de apropiación por parte de las comunidades y una mayor preocupación por parte de las autoridades evitan que perdamos para siempre nuestro patrimonio.
Dice Herrero, que es un insumo para otras formas de desarrollo, no es difícil entender que el cuidado, investigación, exploración y uso del patrimonio sustentan el desarrollo económico, por ejemplo, al mover el turismo y todo lo que gira alrededor de él; ya el turismo cultural ha demostrado de sobra dejar grandes dividendos incluso en ciudades más pequeñas que Cúcuta. Pero nada de esto va a pasar si seguimos desconociéndolo e ignorándolo. Al gestionar formas de protección y difusión, al vincularlo al desarrollo social, al dimensionarlo realmente en sus alcances en los planes de desarrollo, de seguro no lo veremos desaparecer ante nuestros ojos.
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