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Los jóvenes expósitos
El país ha avanzado mucho en infraestructura para mejorar la oferta.
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Viernes, 22 de Marzo de 2024

Los datos que arroja la encuesta del Observatorio Javeriano, en asocio con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo, nos indican que el 46% de los jóvenes en Colombia carecen de dinero para estudiar, lo que los convierte en marginados frente a las expectativas de crecimiento personal y familiar.

El estudio también concluye que el 41,1% de los jóvenes no estudia actualmente, lo que hace necesario una acción que permita incorporar ese gran volumen de jóvenes a un programa de estudios para que tengan la oportunidad de capacitarse para enfrentar la vida.

La única forma de enfrentar el problema es precisamente identificando los casos, para que sea posible diseñar una estrategia que permita la incorporación de todos aquellos desplazados de las aulas escolares.

El país ha avanzado mucho en infraestructura para mejorar la oferta, aunque ella ha estado más focalizada en el sector privado, lo que hace necesario que se diseñe una política pública que permita financiar el acceso a la educación de todos los jóvenes que quieren capacitarse, a quienes deberá acompañar también con un plan de asistencia alimenticia y de provisión de elementos básicos para el aprendizaje.

Los solos cupos en un establecimiento educativo no bastan, pues un joven que no esté bien alimentado no estará en capacidad de asimilar el aprendizaje, ni de estar en condiciones de salud óptimas para poder soportar la carga del esfuerzo.

A todo esto, se suma la dificultad que existe en muchas regiones para obtener los medios de transporte para asistir a las clases, ya que los establecimientos se encuentran a considerables distancias, lo que significa también asegurar esa movilización para que sea posible la presencialidad.

No es una tarea fácil, pero ahora que el presupuesto del ministerio de Educación ha crecido sustancialmente para la actual vigencia, bueno sería pensar en apalancar estos programas con herramientas claras que permitan disminuir sustancialmente esta indicador.

Un país en donde un porcentaje tan alto de jóvenes se está quedando sin posibilidades frente a la educación, tendrá que pagar muy duro en el futuro las consecuencias, al comprobar que una buena porción de su población se ha quedado marginada en el desarrollo personal y económico.

Junto a esto podemos señalar también que un grupo poblacional marginado, estará expuesto a las peores consecuencias, pues sus habilidades no les darán herramientas para enfrentar la vida con dignidad.

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