A raíz de que el país conoció de la estrategia engañosa del NO, en el plebiscito del 2 de octubre, se ha venido dando una reacción generalizada a favor de la paz , que se ha extendido por todo el territorio nacional, incluyendo los lugares más recónditos de la patria . Los enemigos del sorprendente movimiento pacifista, se han dado a la tarea de silenciar, sobre todo en provincia, a los líderes sociales de esa iniciativa.
Los asesinatos que desde hace aproximadamente dos meses, se han venido cometiendo contra miembros de la Asociación Campesina del Lozada Guayabero (Ascal G), correspondiente al municipio de San Vicente del Caguán no son , como lo ha pretendido encubrir el Alcalde, Humberto Sánchez Cedeño, un hecho aislado, sino el resultado de una maquinaria criminal, que defiende un modelo oscurantista y retrogrado .
El movimiento social y agrario de esa región, ha venido denunciando las peligrosas prácticas de señalamiento y criminalización, que el Alcalde uribista, ha venido haciendo contra los líderes sociales que promueven la paz, de pertenecer a bandas criminales y de ser guerrilleros disfrazados de indefensos campesinos. El comportamiento del Alcalde ha dado lugar a acciones arbitrarias de la Fuerza Pública, que han coincidido con la circulación de panfletos amenazantes de origen paramilitar contra ese sector de la población.
La Asociación Campesina, ha denunciado al Alcalde por haber señalado, con nombre propio, a algunos de sus miembros, de ser los cabecillas de la perturbación del orden público, en las regiones donde hacen presencia. Y lo sindican de haberles colgado la lápida al cuello, pues al mostrarlos públicamente como guerrilleros, dio lugar a que fueran asesinados por las fuerzas de la ultraderecha que incursionan en esa región de San Vicente.
Erley Monroy, Presidente de la Asociación Campesina del Lozada Guayabero, era no solo el Presidente de la misma, sino el más destacado líder pacifista de la región.
Fue asesinado, luego de que el Alcalde de San Vicente del Caguán , Humberto Sánchez Cedeño, lo señalara públicamente de pretender “usurpar el espacio que dejó la guerrilla” y al referirse a su organización, dijo : “No son ningunos campesinos. Al parecer hace parte de una cantidad de delincuentes “.
Mientras el Alcalde Sánchez Cedeño, habría la boca sin ningún control para despotricar sin prueba alguna contra los campesinos indefensos, los desalmados asesinos de la maquinaria paramilitar, enardecidos de odio, por la manera como el Alcalde los había instigado con sus palabras, organizaron un plan para emboscar a Monroy y lo asesinaron. Según se informó, su cuerpo fue encontrado cerca al Batallón Cazadores de San Vicente del Caguán .
Después del crimen de Monroy, asesinaron a otros miembros de la Asociación Campesina. Entre ellos a Didier Lozada, . La última víctima fue Marcelina Canacué , lidereza de Marcha Patriótica, a quien asesinaron, sin compasión alguna, delante de su nieta de nueve años.
Por todos estos hechos ha sido denunciado, como instigador de los mismos, el Alcalde Sánchez Cedeño, quien pertenece al Centro Democrático, grupo político que emitió un comunicado de respaldo al Alcalde, rechazando todo cuestionamiento sobre la responsabilidad que pueda tener en los crímenes contra los líderes sociales de la región. Alegan que las acusaciones que le hacen, han puesto en riesgo su presunción de inocencia. Desgraciadamente, el mandatario de San Vicente del Caguán, no tuvo en cuenta esa presunción para abrir la boca, de manera irresponsable, contra inocentes campesinos, víctimas de sus bocanadas injuriosas sin comprobación.
El odio, desgraciadamente, pretende volver a inundar de sangre los caminos de Colombia.