Con la facilidad de las redes sociales es fácil seguir las incidencias de la política de determinado lugar, en mi caso, la de España.
Es interesante el seguimiento porque lo que vive España hoy, principalmente después del mandato en curso del señor Pedro Sánchez, es caótico. Se trata de un gobierno de izquierdas, eso que ahora llaman eufemísticamente “progresista”, pero en su vertiente más radical y del que inicialmente fue socio Podemos.
Hace exactamente ocho años el diario ABC de España publicó la prueba reina como constancia de que desde un país latinoamericano se facilitaron los recursos económicos para fundar en ese país el partido político Podemos, como una extensión del Socialismo del siglo XXI.
Se podría pensar que, además de una suerte de imperialismo ideológico criollo, y viendo algunos encontronazos previos con José Luis Rodríguez Zapatero y el exrey don Juan Carlos, podríamos decir que fue un desquite por los desmanes de los conquistadores, que era lo que se reclamaba entonces. Se podría decir que el fenómeno político “progresista”, que inicialmente fue latinoamericano, se transformó en iberoamericano.
Pedro Sánchez, actual jefe del Gobierno de España, pertenece al Partido Socialista Obrero Español - PSOE -, que nunca figuró entre los miembros del Foro de Sao Paulo, pero sí aparece en su transformación en Grupo de Puebla, su nueva denominación, partidarios, entre otros programas destructivos, de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, calificada como un instrumento de la izquierda “contra la soberanía de las naciones para imponer un nuevo orden mundial”. Lo de siempre, cuando se describen los propósitos de un programa la redacción es muy bonita, el problema es al desmenuzar.
De la página de la ONU tomamos que “La Asamblea General de la ONU adoptó hoy la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia”. Basta con escuchar al reconocido politólogo argentino Agustín Laje cuando, para sólo dar un ejemplo, dice que el punto 5 de la Agenda 2030, titulado “Igualdad de género”, hay una trampa:
“La Agenda 2030 tiene una trampa” | Agustín Laje en A la de TRES - YouTube. De manera que el gobierno progresista del señor Pedro Sánchez, en España, tiene en la oposición voceros aguerridos que, en las sesiones de la Cámara de diputados, desnudan su proceder: la institucionalización de la mentira, destrucción de las instituciones, confusión de los intereses de la Nación con los de su entorno familiar – caso Begoña Gómez, su esposa -, reformas sociales que en Latinoamérica estamos aprendiendo a qué conllevan, compromisos insospechados con terroristas para continuar en el poder, como la aprobación de la ley de amnistía para los catalanes separatistas.
Ni para qué pensar en la intervención del Tribunal Constitucional, buscando una inconstitucionalidad, porque hace rato Pedro Sánchez logró convertirlo en progresista, a menos que sus integrantes tengan en mira el bien de la Nación y no intereses partidistas ni ideológicos. Difícil creer que lo harán. Aunque Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, manifiesta que Europa actuará si con la ley de amnistía peligra el Estado de derecho. A este ritmo tendremos pronto otro país que “de chico bien” hace el tránsito a tercermundista.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinio
