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La riqueza que debemos defender
Hasta hace poco el páramo de Santurbán era un sitio frío y remoto para nosotros.
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Sábado, 21 de Noviembre de 2020

Hasta hace poco el páramo de Santurbán era un sitio frío y remoto para nosotros, porque habíamos permanecido ajenos a su presencia y a su importancia. Ahora cuando nos han hecho mirar a ese territorio hemos descubierto que se trata de una zona con una extensión aproximada a las 142.000 hectáreas ubicadas entre los 2.800 y 4.290 metros sobre el nivel del mar entre los departamentos de Santander y Norte de Santander. Es un sitio estratégico como reserva natural y zona de recarga y regulación de agua, para 15 municipios de Santander y 33 de Norte de Santander, abasteciendo a un poco más de 2,3 millones de personas en esta área geográfica.  

Visto así se trata de un territorio con una riqueza vital enorme porque posee los nacimientos de agua, lagunas y reserva subterránea, que abastecen a esta extensa zona. Cuenta además con la flora propia de su altitud y en conjunto forma un ecosistema único que se repite en los demás páramos existentes el en territorio colombiano, que lo hacen especial, se trata de un país rico en este tipo de pisos y climas. Santurbán ha sido explotado por las comunidades que lo habitan realizando actividades de pastoreo y agricultura, con quemas que ocasionan una merma de la diversidad florística y la destrucción de los musgos característicos del páramo.  
 
Su riqueza minera comprende mármol, caliza, arcilla y oro los cuales están siendo explotados de manera artesanal, pero en el caso del oro una multinacional pretende hacer la extracción de este mineral precioso en gran escala, convirtiéndose en una seria amenaza para el ecosistema del páramo. 
 
La multinacional que se propone hacer la explotación subterránea del metal precioso, pretende que se le otorgue una licencia para efectuar esa labor en las inmediaciones del páramo que, en principio le ha sido negada. Los ambientalistas que en un principio estuvieron solitarios en sus gestiones por la defensa de ese biosistema, lograron que sus propuestas y alertas fueran oídas y atendidas por los representantes de las comunidades, congresistas y movimientos de otro tipo que hoy están trabajando en un frente común, buscando que el ejecutivo niegue el otorgamiento de licencias para la explotación minera. 
 
Aparte de ello, también se debe tener como objetivos precisos disminuir la agricultura en las inmediaciones del páramo, porque con ello se está cambiando la vegetación natural, así como también sacar de su territorio la cría de ganado vacuno y ovino. A esto se debe agregar la delimitación del páramo con el objetivo preciso de salvaguardar su ecosistema.  
 
La riqueza grande de Santurbán está en la fuente y reserva de agua, la cual debemos defender, lo cual debe extenderse a todos los páramos que tiene Colombia. La minería por sus efectos lesivos al ecosistema no tiene cabida en su territorio, ni de forma artesanal ni a gran escala, ni por campesinos lugareños, ni multinacionales. Entre todos podemos salvar al páramo ahora, es una tarea inaplazable. 

jorgepabonl@yahoo.com

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