La elección que hizo el Senado de la República el pasado mes de agosto de la nueva Procuradora General de la Nación tiene varias características que la hacen excepcional. Es la primera mujer colombiana que recibe tan alta investidura, hecho que señala un hito en el ascenso de las mujeres en la vida nacional; y ha sido, ella, durante su vida profesional, una líder en la búsqueda de la igualdad de género en virtud de lo cual integró la Comisión de Género de la Rama Judicial.
Por otra parte, Margarita Cabello Blanco es una exponente notable de la judicatura porque ha hecho una impecable carrera ascendente en la rama jurisdiccional, desde ejercer como juez en Barranquilla y Magistrada del Tribunal Superior del Atlántico, hasta llegar a ser Magistrada y Presidente de la Corte Suprema de Justicia. Además, durante tres años fue Delegada de la Sala Disciplinaria de la Procuraduría General lo cual le da una experiencia adicional en el conocimiento del Ministerio Público que, ahora, va a dirigir.
Otra circunstancia a tenerse en cuenta es que la doctora Cabello Blanco, nacida en Barranquilla, es egresada de una universidad regional, la Corporación Universitaria de la Costa, y no de una de las facultades de Derecho capitalinas donde prevalecen las influencias tradicionales. Son sus méritos personales los que la recomiendan.
Fue designada Ministra de Justicia por el Presidente Duque, considerando su trayectoria en la rama judicial, principalmente para que dirigiera el estudio de la reforma a la Justicia que reclama el país desde hace décadas. Era, esa, una de sus misiones fundamentales frente al ministerio cuando fue escogida como candidata para la Procuraduría.
Margarita Cabello Blanco fue elegida Procuradora General de la Nación por una amplia mayoría de senadores, alcanzando 83 votos frente a 13 y 0 votos de los otros dos candidatos, que le da un gran respaldo del legislativo para poder actuar con independencia. Pero, además, su trayectoria profesional, la pulcritud con la que ha actuado en su carrera y el carácter que ha demostrado en los diversos cargos que ha ejercido son garantía de honradez, autonomía y firmeza para el desempeño de sus funciones durante el período 2021 – 2015 para el que fue elegida.
Del discurso con el cual la nueva Procuradora agradeció al Senado de la República su elección, se destacan varias afirmaciones que dan idea de su pensamiento y forma de actuar. Dijo que la visión tradicional del organismo de control que lucha contra la corrupción es obsoleta. “No sacamos nada convirtiéndonos en coleccionistas de investigaciones y sanciones. Es más útil para el país mejorar la transparencia del ejercicio de la función pública del Estado”. “No pueden reducirse al control de gestión, esa dinámica no puede ser un simple cruce epistolar”
Igualmente aseguró: “Quiero hacer un Ministerio Público que convoque, que concilie, que nos ayude avanzar. La discrepancia enriquece la democracia…” Y señaló: “Solo, óigase bien, solo vamos a sancionar con firmeza al funcionario que vulnere la ley o que ejerza de manera negligente sus responsabilidades”,
“En síntesis, vamos a sintonizarnos institucionalmente con las preocupaciones, frustraciones, temores y expectativas de la gente. No vamos a administrar inercias, vamos a cambiar las cosas (...) Vamos a utilizar nuestras competencias para facilitar que los servidores públicos puedan entregar los resultados que la gente tanto necesita”, concluyó.
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