
“Cuando uno no sabe para donde va es mejor irse para otra parte”. Anónimo
Ya pensionado, cotidianamente madrugo a las diez, doy cinco vueltas al condominio y desde mi PC le doy un repaso al país y al mundo desde el portal de Prensa Escrita.
Los temas planetarios son sociopolíticos y ambientales: el cambio climático y la libertad de opinión. Por ejemplo, ser políticamente correcto, ¿ es posible?
Así que diariamente hago mi retrato del país. Primero leo nuestro Diario La Opinión y la prensa capitalina y luego la costeña; El Heraldo de Barranquilla, El Universal de Cartagena, El Meridiano de Montería, El Pilón de Valledupar, El Pulso Caribe de Riohacha, continuo con la del Pacifico profundo y leo El Manduco de Istmina, paso por la Silla Vacía y me entero que pasa en casi medio país que es parte de la Amazonía (7 millones de kilómetros cuadrados) porque Luz Marina Mantilla incansable y luchadora la defiende a mandobles limpios. Hago un Retrato con todos los colores.
Sigo a Adolfo Zableh Durán un columnista e inconformista Barranquillero, iconoclasta e irreverente, que sostiene que ser políticamente correcto es ser perverso, que hace mucho mal con su oportunismo mordiéndose la lengua para no incomodar arribistas en trance de estrellato sideral.
Pero el asunto tiene más fondo. Es la preparación académica de nuestros comunicadores, malos redactores y pésimos lectores que atropellan, reglas elementales de redacción ortografía y acentuación de lectura.
Para colmo del mal, las ventanas de tales comunicadores son las plataformas de la Televisión Pública y privada colombiana.
¿Para qué más, si no hay filtros?
Adenda: “Ocurre que entre más políticamente correcta es la gente más hecho mierda está el mundo, así que alguna relación debe haber.” Adolfo Zableh Durán.
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