Se termina el año y las imágenes que nos quedan, que pronto se convierten en recuerdos, son la guerra de Ucrania, el debilitamiento de la democracia en varios países del mundo, la llegada a Colombia de la izquierda, los efectos cada vez más devastadores del cambio climático, la cumbre en Egipto que trajo más retórica que realidades, las tragicomedias de la política latinoamericana como la del presidente de Perú, la sentencia contra Cristina de Kirchner, el incumplimiento de Petro en sus compromisos, los viajes de la primera dama y el espectáculo de estos días del mundial de Catar que ya cuenta con la eliminación de dos históricos como Alemania y Brasil. Un libro extraordinario “El Delirio Americano” de Carlos Granés, un formidable recorrido por la historia política y literaria de América Latina desde la independencia de Cuba en 1898.
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Las imágenes de Cúcuta y nuestra región que nos quedan de este año que termina: la apertura de la frontera, las expectativas que genera las relaciones comerciales entre los dos países, la gran cantidad de candidatos para las elecciones del próximo año, la expectativa por lo que será a partir del 1º de enero próximo la movilidad de Cúcuta y de paso la inseguridad que cada día preocupa; hechos positivos, para destacar, de los mejores eventos que se hacen en la ciudad, ya son usuales, la Feria del Libro, evento en el que tuve la grata ocasión de acompañar desde Barcelona la intervención de Luis Luna Maldonado, columnista de este diario, quien sigue escribiendo desde ese mundo mágico de Cataluña; el reconocimiento como empresario que se le hizo a Guiseppe Martí, muy meritorio, e igual , el esfuerzo de nuestra directora Estefanía y José Eustorgio y todos los amigos de La Opinión en esa lucha que adelantan muchos periódicos en el mundo contra las dificultades de estos tiempos.
El 2023 traerá sus propias expectativas y dificultades. Para todo el mundo se estima que no será nada fácil para la economía mundial, proyectándose en Europa una contracción económica en la mayoría de sus países, y con unos días angustiosos de lo que puede suceder con los cortes de energía en el invierno. Una de las grandes incertidumbres del próximo año, la reacción que podría tener Putin frente a una guerra que ya ha sido una derrota para Rusia. El 2022 termina incluso con un lenguaje de belicismo, de utilización de armas no convencionales incluso nucleares, que preocupan al mundo. América Latina que no supera los efectos de la pandemia – uno de tres latinoamericanos está en la pobreza -, muchos de sus países siguen en inestabilidad, como la de estos días del presidente Bukele, acorralando con militares algunas ciudades para luchar contra la pobreza.
En fin, llega un año nuevo en el que por estos días acostumbramos a cruzarnos palabras y frases amables y con buenos propósitos, siempre sucede así al final del año, y por ello, otra más, hagamos lo mejor para que por lo menos lo que dijo algún poeta no persista: “ La historia, ese profundo mar de sufrimiento humano”. De eso hablaba por estos días aquí en Bogotá con el poeta egipcio Ahmand Mohsen en la librería Matorral, y la escritora y actriz que acaba de llegar de Argentina Victoria Hoyos.
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