La mayor injusticia se realiza con los pensionados. En efecto, cada año disminuye la capacidad adquisitiva de ellos, al incrementárseles el IPC mientras los demás trabajadores reciben aumentos realistas, ante una inflación cada día mayor.

La diferencia de estos aumentos es abismal: el año pasado, por ejemplo, se aumentó el 0.5%  a los jubilados y a los demás trabajadores mínimo el 11%

Es una diferencia abismal, cuando los gastos son mayores por el rubro de salud, sin escapar a la realidad social, que la tutela no opera con la misma celeridad de antes y se dilata el cumplimiento de las decisiones de primer instancia.

El costo de vida ha subido demasiado, los representantes sindicales guardan silencio cómplice con esta situación, que perjudica a quienes laboraron durante muchos años, a la espera de una mesada digna, como si ellos no se fueran apensionar.

Las matrículas de colegios y universidades subieron, en búsqueda de docentes de alto nivel acorde a lo permitido por el Estado, carreras como medicina hacen casi imposible continuar estudios a muchos jóvenes, así como subirá el precio de la gasolina el próximo año lo que se traducirá en alzas desenfrenadas del transporte, siendo duro para las familias pagar los gastos de movilización; alimentos en los centros educativos, el rubro del mercado por las nubes, el pan en alza escalofriante hace  meses, las gaseosas ; cada mes aumenta $200 pesos  la gasolina y los costos se trasladan a los ciudadanos, suma pequeña pero fuerte para los de menores ingresos.

Vendrá el aumento de  la  gasolina,  con costos del transporte en general, trasladándolos a los consumidores.

Sabemos que las motos son vehículos baratos, de menor consumo de gasolina, pero la escalada alcista para la movilización familiar les afectará, suben los servicios públicos incontroladamente, generando un resultado desproporcional al aumento.

La canasta familiar será cada vez menor, por la especulación y altos precios.

Esto es claro atropello a los derechos de los ciudadanos, ¿es este el cambio?

Es inequitativo, que mientras el aumento para los Congresistas será al menos de  3.5 millones, a los de pensión mínima, solo se les subirán escasos 200 mil pesos, partiéndose  de la base  que sea  el aumento del 20% para compensar en mínima parte el costo de vida.

Se afecta la dignidad humana  los de menos ingresos, que debían obtener mayor  aumento hasta mínimo cinco millones de pensión, en aplicación de los principios  de equidad y solidaridad, para evitar esas diferencias abismales.

La carne  es artículo de lujo, incomprable, hasta los huevos que reemplazan la proteína, están por las nubes y no se consiguen los huevos del pomposo exministro Carrasquilla tan baratos.  

Y vienen los gastos de cuadernos, útiles escolares, preguntándome ¿como harán los padres para pagar las matrículas de 2  o  3 hijos, o en la universidad con esa carestía? mucho más, cuando es tan difícil conseguir empleo y hay mucho jóvenes desocupados  y se le recuestan a la pensión de los padres para su mediana subsistencia.