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Es el cumplimiento de la ley, ¡carajo!
No faltan más leyes, sino que se cumplan las que hay para solucionar la crisis fronteriza.
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Miércoles, 27 de Diciembre de 2017

Nunca pasará de moda aquella frase de 1992, cuando Bush padre había llegado a un 90 % de aceptación en esa campaña presidencial fundada en los éxitos de guerra: la fría y la caliente del golfo pérsico. Fue entonces cuando James Carville, asesor de Bill Clinton, cráneo” los cartelitos” en todos los sitios y oficinas públicas y privadas destacando tres puntos relacionados con las necesidades inmediatas de la gente. Y propuso: “Cambio contra más de lo mismo”, “Es la economía estúpido” y “No olvidar el sistema de salud”.

La gente que se había empobrecido con desvalorización del dólar por el gasto público descubrió que efectivamente ya no podía comprar diez prendas de vestir al año sino cinco y le caló la frase: “es la economía estúpido”. Desde entonces la utilizamos para advertir a la gente, cuáles son sus prioridades en las soluciones y desechar lo baladí. Y como estamos en campaña de congreso, es bueno advertir no votar por estupideces.

Y hay muchas lecciones que debemos imitar, nacionales o extranjeras. Nacionales y exitosas, aunque distintas, pero que revelan actitud y aptitud para enfrentarla. Están los ejemplos de la Ley Páez que rescató y transformó siete municipios del Huila: La Plata, Paicol, Yaguará, Nátaga, Iquira, Tesalia, Neiva, Aipe, Campoalegre, Gigante, Hobo, Rivera y Villavieja y en el Cauca: Caldono, Inzá, Jambaló, Toribio, Caloto, Totoró, Silvia, Páez, Santander de Quilichao, Popayán, Miranda, Morales, Padilla, Puracé, Tambo, Timbío y Suárez. Exitosa también la reconstrucción del eje cafetero: Armenia, Pereira, Manizales e intermedias. Y uno descubre, que tras esas soluciones exitosas, no hay otra explicación que la calidad de la dirigencia Pública y Privada. Y aquí la hay de calidad, solo que la excluye la corrupción y la medianía.

Otro ejemplo que imitar, esta vez extranjera, es la de Nueva Orleans, víctima de catástrofes muy seguidas. Los huracanes: Katrina, que produjo 1.800 muertos y dejó la ciudad bajo las aguas, un millón de desplazados, doscientas cincuenta mil casas destruidas y casi un millón averiadas y ciento cincuenta mil millones de dólares en pérdidas. Luego vinieron los otros huracanes seguidos: Ike, Gustav, Isaac, la catástrofe de vertimiento de petróleo de BP y la recesión económica.

Mitch Landrieu actual alcalde dice que ante una tragedia de esas no queda otra solución que irse de la ciudad. Hoy, el 78% de los residentes son optimistas y creen en Nueva Orleáns. Y es una ciudad prevenida que ha sembrado una cultura para enfrentar nuevos desastres.

Lo nuestro en Cúcuta, es calamidad, es crisis y es desastre. Una situación como la que define el Artículo 215 de la Constitución para un Estado de Excepción. Igual o peor que la Crisis del cauca y del Huila cuando se desbordó el Rio Páez, peor o igual a la situación del eje cafetero cuando lo sacudió mi Dios en el 99. Peor o igual a Nueva Orleans cuando la Barrió Katrina, Ike, Gustav e Isaac.

No faltan más leyes, sino que se cumplan las que hay para solucionar la crisis fronteriza.

La Normatividad para las Fronteras ya está y es superabundante: ¿Constitucionales?  Artículos 2, 24, 100,289, 337, 300. Legales: La Ley 191 de 1995 que no ha respondido a la promoción y protección de Derechos y a la superación de la crisis, ni la ley 10 de 1983, ni las zonas de frontera, ni las unidades especiales de desarrollo fronterizo, ni las zonas de integración fronteriza, ni los puertos terrestres como Cúcuta, ni los documentos Compes 3155 de 2002, 3805 de 2014, ni la normativa de en asuntos migratorios el compes 3603 de 2005. 

Como ven, es solo calidad en la dirigencia y el cumplimiento de la Ley ¡Carajo!  ¡Y Feliz 2018!

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