Ante la violenta reacción del pueblo, por la profunda escasez de alimentos, el presidente Nicolás Maduro, no tuvo más remedio que recurrir al Ejército para pretender detener la crisis, nombrando a generales con las sugestivas y risibles designaciones de Comandante del arroz, Comandante del Maíz, Comandante del plátano, Comandante de quesos y margarina, lo cual, en el fondo, conduce a una ridiculización de las fuerzas armadas, reducidas a una connotación exclusivamente doméstica, contraria a lo que debe ser su papel institucional .
Tal medida, en vez de contribuir a combatir el problema, lo que ha hecho es agrandarlo, pues el Ejército se está lucrando con tales designaciones. Según investigaciones adelantadas por agencias internacionales de prensa, entre ellas la AP, los propietarios de los abastos, cuando se quedan sin alimentos básicos, se ven obligados a acudir, subrepticiamente, a un mercado ilegal, administrado por militares, para comprar paquetes de harina de maíz, a un precio 50 veces mayor al normalmente fijado por el gobierno.
“Los militares estaban allí, como pulpos voraces, pendientes de las bolsas de dinero, producto de sus abusos especulativos”, según lo afirmó, Edgar Mendoza, dueño de una bodega de víveres.
Debido a que la mayoría de ese país, está al borde de la hambruna, el tráfico de alimentos se ha convertido en un fabuloso negociado para las Fuerzas Armadas, que todo lo administran, según se conoció a través de documentos y entrevistas con gerente y administradores de empresas, entre ellos, varios exgenerales, hoy propietarios de dichos establecimientos de comercio. Por ellos se ha sabido que la comida no está llegando a los que más la necesitan, sino a los centros de acopio controlados por los militares, quienes se están enriqueciendo con dichas operaciones fraudulentas.
El presidente Maduro lo sabe, pero ante el temor de un golpe de Estado, prefiere mirar hacia otro lado, con tal de contar con el apoyo de los desvergonzados militares.
El Gobierno de Estados Unidos ya ha puesto los ojos en lo que está ocurriendo. Sabe que detrás de todo esto, está un exmilitar llamado Diosdado Cabello, contra quien cursan varios procesos en ese país, por delitos de narcotráfico, ya que allí es considerado el rey de los soles, sarcasmo utilizado para señalar al responsable de las grandes operaciones de narcotráfico y de lavado de activos.
La alta Fiscalía Federal de los Estados Unidos, ha venido investigando a importantes funcionarios, incluidos algunos generales del ejército, por estar vinculados con grandes toneladas de droga que salen hacia el Norte, y por lavado de recursos ilícitos que pasan por el sistema financiero estadounidense, que también provienen de los jugosos contratos de alimentos.
Según el general retirado Cliver Alcalá , quien en su momento fue el Supervisor General de la Seguridad Aeroportuaria Nacional, en este momento, debido a la corrupción de los militares, “la especulación con la comida, produce más que la droga “.
Cuando Maduro, estuvo a punto de ser derrocado, por las grandes protestas y saqueos, generalizados en todo el país, acudió al respaldo de los generales a quienes entregó el poder total sobre la comida, según lo afirmó el mismo general retirado, Cliver Alcalá .
Actualmente los sobornos a los generales están en el orden del día, pues van implícitamente incluidos en los altos precios de las importaciones, según manifestaciones de Werner Gutiérrez, quien fue decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia, y hoy se halla exilado en los Estados Unidos.
Lo anterior, es una muestra del grado de corrupción y degradación en que ha caído la hoy convertida en dictadura, por el déspota Nicolás Maduro.