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El debate de Oliverio II
Creo que es prudente y de un minucioso estudio el manejo del lenguaje en tan delicado tema.
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Miércoles, 6 de Diciembre de 2017

Como dijo Fray Luis de León, “dicebamus hesterna die”, que la iniciativa del honorable concejal Castellanos es plausible, en la medida que se estudie y considere los temas gruesos de EIS CÚCUTA SA ESP, principal empresa del municipio de Cúcuta con más de 170.000 usuarios e insinuamos unos temas, entre mil, por simple ilustración. Que con la presencia o sin ella de la señora contralora, se debe hacer tan interesante debate, para examinar el estado del negocio, en el que han brillado por su ausencia los entes de control en los últimos 11 años. Tener como pretexto de este examen el documento de auditoría y sus famosos 15 hallazgos, que me imagino han precipitado 15 planes de mejoramiento y la compulsa de copias a los controles disciplinario y penal si fueren conducentes. Pero reitero, hay que ir por los temas gruesos y ellos comienzan en el Convenio de desempeño con el Ministerio de Hacienda de 2006.

Creo que es prudente y de un minucioso estudio el manejo del lenguaje en tan delicado tema. Las cifras son tan desorbitantes para cometer imprudencias y es mejor rendirle culto a la recomendación del caballero andante: “Al buen callar, llaman Sancho”.

Y es que uno oye, por la radio y lee en la prensa frases tan descabelladas como “Hay que dar por terminado el contrato de EIS CÚCUTA SA ESP con Aguas Kpital Cúcuta SA ESP” por muchas causales que efectivamente son posibles, pero en estas cosas que involucran cifras tan elevadas, no podemos proceder como es habitual, con el manejo torpe de los Tribunales de Arbitramento y sus laudos arbitrales que han atendido administraciones pasadas del municipio de Cúcuta y ahora del departamento Norte de Santander.

Por ejemplo, para empezar, es menester cumplir con las obligaciones pactadas como aconseja el Código Civil. En los contratos bilaterales, si uno está en mora dejando de cumplir lo pactado y el otro también, el artículo 1609 dice, mientras no cumplan, ninguno está en mora. Ah, pues desde el Convenio de Desempeño con Minhacienda, que dijimos hay que subsanar en sus vicios, se impuso la necesidad de un operador, se indicó como convocar su escogencia y la figura del usufructo como esencial para el contrato de concesión de operación y mantenimiento del acueducto y alcantarillado. Del convenio de desempeño viciado, se pasó a la elaboración de pre y pliegos con la figura del Usufructo que lo volvió elemento esencial del contrato. Ah, pues han pasado 12 años, los representantes de Minhacienda se han sentado con voz y voto en la junta directiva y no se ha constituido por escritura pública el usufructo de la infraestructura. Y eso es gravísimo. La ley y la jurisprudencia dicen que los únicos elementos del contrato estatal que se puede modificar o adicionar son los accidentales.

12 años en los que han pasado cinco contralores municipales entre titulares y encargados, los Interventores y supervisores del convenio y del contrato 030 de 2006, no se han tomado la molestia de exigir el usufructo, a sabiendas de las sanciones disciplinarias, penales y civiles que ello acarrea. Y como no se ha constituido el usufructo, hoy 12 años después de firmado el contrato 030, no hemos hecho entrega de la infraestructura y el operador lo hace de facto.

En otros términos, EIS CÚCUTA SA ESP y AGUAS KPITAL CÚCUTA SA ESP ambos incumplidos, ¡ninguno está en mora! Y eso hay que sanearlo pues es el patrimonio de la Comunidad de Cúcuta, el que está en juego. La primera debilidad para exigir cumplimientos al contratista. Como ven son los temas gruesos señores de la Contraloría, Interventoría y supervisores. 

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