“De momento no vamos a ir a otro planeta, nos quedamos en este” Al Gore.
Por ahora, no nos vamos a otra ciudad de Colombia o del mundo, nos quedamos en Cúcuta. Obvio que no me gustó un comentario desapacible de un honorable concejal, relativo a mi columna pasada. Dije que hacer un debate sobre la EIS CÚCUTA SA ESP, implica un estudio integral de la empresa, al menos sobre los temas “gruesos” que le atañen, todos tan delicados como exigentes para digerir y luego plantear soluciones serias y definitivas, que le den una estructura fuerte para afrontar el futuro. Pero si no se ha preparado el debate, pues lo prudente es aplazarlo. Estudiar y sin perder el camino andado rectificar.
Esta es una ciudad, en la que nos posee una elevada tendencia “fóbica”, a destruir, sin dejar espacios para componer. Fobos personificaba en la mitología griega lo negativo, el temor y el horror, antes, en y después de las acciones del hombre. Aquí destruimos incluso lo que disfrutamos, por odio, desamor, envidia o porque sí.
Aquí por esa tendencia fóbica, nunca hemos reconocido la más importante realización que nos dejó Ramiro Suárez Corzo en el 2006. Realización que está muy por encima de la infraestructura vial que modernizó la ciudad con sus puentes elevados y la redoma Arnulfo Briceño y su pasillo de guadua. Por encima de la gestión y diligencia para dinamizar nuestra actividad histórica mercantil que se concretó en los dos únicos centros comerciales competitivos en medio de esta crisis “sisifesca”. Sí como en el mito de Sísifo, en la que llevamos ya seis emergencias económicas seguidas cargadas a la espalda, que cuando juramos las hemos superado, la roca de la pobreza y la mediocridad la devuelve rodando. Por encima de la terminación del Estadio General Santander y su Plaza de Banderas.
Y es que la más importante realización que protagonizó Ramiro Suárez Corzo y de la que disfrutamos en todos los estratos, los del 0, los del uno, los del dos, los del tres, los del cuatro y cinco y los extraterrestres, es decir casi ochocientos mil cucuteños naturales y por adopción fue la solución del agua y alcantarillado de la ciudad. Todos los días, cada vez que abrimos un grifo en nuestras residencias y recibimos agua potable, casi que sin racionamientos, debemos pensar que van 12 años de solución, disfrutándola día a día sin interrupción y con tendencias a mejorar.
Fue el quien y así dan fe las firmas estampadas en los documentos oficiales, quien presentó a iniciativa suya los acuerdos que aprobó el Concejo Municipal, para transformar la Empresa Industrial del Estado EIS, en una sociedad por acciones. Primer paso para la solución. Fue el quien llevó el otro acuerdo al Concejo, para convenir la deuda asfixiante y su reestructuración con el Ministerio de Hacienda, que hay que revisar, por razones de ilegitimidad en uno de los firmantes, y porque el acreedor debe probar su acreencia para poder ser reconocida o se incurre en un delito.
Fue Ramiro Suárez quien le dio estructura a EIS CÚCUTA SA ESP con la escritura pública 1260 el 19 de diciembre de 2006 y quien en acta aprobada por la junta directiva ordenó al gerente reconocer la deuda dentro de la ley y sin intereses.
Por ello concejales, hay que estudiar mucho y preparar el debate. Y recuerden antes de abrir un grifo y recibir agua potable, recordar que ese ejercicio lo practicamos en la ciudad ochocientas mil personas desde el 2006, porque de momento, no nos vamos a ir de Cúcuta.