
Este concepto, que toma cada día más fuerza y va a significar un gran avance del país cuando se logre su completa implementación, ha sido estudiado a profundidad por el destacado nortesantandereano doctor Juan Carlos Portilla, quien lo está exponiendo a través de diversos medios y de su propio pódcast.
El doctor Portilla es profesor de Derecho Financiero Internacional de la Maestría en Derecho Internacional de la Universidad de La Sabana, de la cual es egresado. Entre otras actividades, ha sido profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México; becado por la Escuela Fletcher de Leyes y Diplomacia de la Universidad Tufts, e hizo estudios en la Escuela de Leyes de la Universidad Suffolk, de la misma ciudad de Boston; además, adelantó estudios en la Universidad de Harvard sobre negociación y resolución de conflictos.
Juan Carlos Portilla es autor del interesante libro El crimen financiero transnacional: Una batalla interminable para el Derecho Internacional (Editorial Tirant lo Blanch, Bogotá, 2024), y es miembro de importantes asociaciones internacionales sobre este tópico.
En Colombia se desempeñó como superintendente de Vigilancia y Seguridad Privada, y abogado en el Ministerio de Hacienda. Es columnista invitado de la revista de Derecho Internacional de las universidades de Harvard y Cambridge, y de Ámbito Jurídico, entre otras publicaciones.
Afirma el doctor Portilla que es necesario impulsar el concepto de Colombia Bilingüe como una política pública que traerá grandes resultados positivos para la economía nacional, para la generación de nuevos empleos –especialmente para los jóvenes– y para reducir la brecha entre los privilegiados y quienes enfrentan menos oportunidades.
Señala, igualmente, que la gran meta en el largo plazo es que todos nuestros jóvenes compitan en igualdad de condiciones en un mundo global, interconectado y digital. Y propone que el idioma inglés sea la segunda lengua oficial de Colombia y de obligatoria enseñanza en los colegios públicos y privados del país.
Según su investigación, el 70% de las empresas internacionales de Colombia consideran el dominio del inglés como un criterio decisivo en la selección de sus empleados, y no es un secreto que muchos jóvenes sueñan con trabajar desde Colombia para el mundo mediante su conexión con empresas globales y optar por ingresos en divisas que superarían los que se logran ordinariamente.
El dominio del inglés de los funcionarios nacionales potenciaría su capacidad para intervenir en foros bilaterales y multilaterales en los que gran parte de las negociaciones comerciales se conducen en esa lengua, y reduciría los costos de mediación en los certámenes internacionales.
Desde el punto de vista de la normativa constitucional, esta iniciativa encaja en el mandato de proteger y promover la igualdad ciudadana y el derecho a la educación de calidad. Nuestra Carta Política no exige que el castellano sea la única lengua oficial y, por el contrario, reconoce la diversidad étnica y cultural, y concede a las comunidades indígenas y afrodescendientes el uso de sus propias lenguas.
Finalmente, en el ámbito legal se podría requerir la expedición de una ley para definir su implementación con metas y plazos precisos y, consecuentemente, asegurar los recursos del Estado para la construcción de la infraestructura adecuada y la formación de los docentes. Bienvenida la idea del doctor Juan Carlos Portilla.
ramirezperez2000@yahoo.com.mx
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