La OIM (Organización Internacional para las Migraciones) ha publicado el Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2022, con el objetivo de fomentar una mayor comprensión de la migración y la movilidad humana.
El estudio señala que la migración es un fenómeno complejo que afecta a una multiplicidad de aspectos económicos, sociales y de seguridad en todo el mundo. Utiliza un conjunto de datos, investigaciones y análisis disponibles para ayudar a construir la base de evidencia sobre algunos de los problemas migratorios globales más importantes. Por su propia naturaleza, la compleja dinámica de la migración global nunca podrá medirse, entenderse y regularse por completo. Sin embargo, como muestra este Informe, tenemos un conjunto de datos que crece y mejora continuamente y que puede ayudarnos a “entender mejor” las características claves de la migración en estos tiempos.
Se estima que en el 2020 había en el mundo aproximadamente 281 millones de migrantes, cifra que equivale al 3,6% de la población mundial. El número estimado de migrantes internacionales ha aumentado en las últimas cinco décadas, pues es superior en 128 millones a la cifra de 1990 y triplica con creces la de 1970.
También muestra que al 2021 habían alrededor de 11 millones de migrantes internacionales en Sudamérica, procedentes mayoritariamente de países de la región como del resto del mundo, señalando que entre las razones que tienen para movilizarse está la desigualdad socioeconómica, agravada por los efectos de la pandemia del Covid-19, junto con la inestabilidad política, la violencia y los episodios de desastres naturales.
Indica que la cifra más alta de emigrantes corresponde a ciudadanos venezolanos, situando su número en 5,6 millones, de los cuales más de 4,5 millones se trasladaron a otro país de América Latina y el Caribe. Colombia, presenta la singularidad de la doble vía, porque tiene una cifra abultada de migrantes, que en opinión de la OIM es debido al conflicto interno, que ha causado desplazamientos importantes, dentro del país y transfronterizos, pero a la vez es el principal receptor de migrantes venezolanos,
Los desastres naturales, la violencia, los conflictos, las tensiones políticas y la sensación real o no de perdida de libertad han sido y siguen siendo factores que impulsan la emigración, pero estos factores o fenómenos afectan de manera distinta a cada país en la región. Huracanes cada vez más violentos en el Caribe, como consecuencia del cambio climático, han amplificado las carencias económicas y estructurales de estos países, motivando a más personas a abandonar la tierra que los vio nacer.
Uno de los principales desafíos de la región que detecta el Informe, es la “regularización” de estos migrantes, porque se estima que más de la mitad se encuentran en situación migratoria irregular, y ello porque nuestros países no habían experimentado nunca un flujo de entrada de inmigrantes de esta magnitud.
Para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la pobreza creciente en nuestro continente y la baja ostensible en el crecimiento de nuestras economías, son situaciones que influyen de manera ostensible en el aumento de los movimientos migratorios. Señala que “el impacto exacto de cada factor (en la migración) es difícil de medir porque tienden a reforzarse entre sí”.
Finalmente, la falta de esperanza de que las cosas se pongan mejor tiene un peso no menor. Las dificultades económicas siempre son cruciales, pero surgen de muchas fuentes diferentes, incluidas sequías, devastaciones, incendios, inundaciones y otros desastres; inflación y desempleo; políticas económicas fallidas, y extorsiones criminales y violencia, son factores que tienen mucha incidencia en las migraciones.
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