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Agonía del Amazonas
Hasta el año 2017 se han deforestado 144.147 hectáreas y el terreno para la ganadería se ha ampliado.
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Jueves, 27 de Diciembre de 2018

Los últimos informes científicos del Ideam acerca de la situación de la región del Amazonas son realmente preocupantes, especialmente en una nación como la nuestra que tiene riqueza en su biodiversidad.

El Amazonas, patrimonio de la humanidad, está siendo avasallado en forma irracional conduciendo a que miles de hectáreas se hayan perdido ante la acción depredadora del hombre que antepone sus intereses económicos a la conservación de la naturaleza. Hasta el año 2017 se han deforestado 144.147 hectáreas y el terreno para la ganadería se ha ampliado, asimismo los cultivos ilícitos, la minería ilegal, la construcción de carreteras y el apropiarse de tierra son los factores principales que han llevado a tan lamentable posición.

Colombia asumió en el año 2015 un compromiso en la Cumbre sobre cambio climático donde se establecía que para el año 2020 se reduciría a cero la tasa neta de deforestación en el Amazonas, pero las cifras no engañan en los dos últimos años se ha disparado y las acciones que el grupo Visión Amazona ha implementado parecen no tener la suficiente certeza para detener estos flagelos.

Países como Alemania, Noruega y Reino Unido están financiando a Colombia con US$ 100 millones para que se cumpla esta tarea, pero realmente nos estamos quedando pequeños ante este desafío. Tenemos un total de bosques de 59’311.350 hectáreas, de ellas el 66 % corresponde al Amazonas y los estamos destruyendo sin ninguna consideración. Nuestra nación ha perdido el 47 % de bosques naturales sin ningún lamento, sin ningún proceso realmente mediático que haga sentir la grandeza del problema. Nos estamos quedando sin pulmones y esto parece que no angustia. Ya las consecuencias los están viviendo pueblos indígenas que habitan en parques de reserva natural y que impotentemente observan la degradación del medio ambiente. En medio de ese gris panorama recordemos que el anterior gobierno tuvo entre sus prioridades ampliar las hectáreas de estos reservorios naturales, como por ejemplo la Serranía de Chiribiquete (Caquetá) patrimonio natural de la humanidad,  que de 2.7 millas lo delimitó en 4.2. 

En general, el Gobierno Santos tuvo una política amigable con el ambiente y pasamos  de 13 millones de hectáreas dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) a 31 millones de hectáreas,  los páramos recibieron especial atención logrando delimitar cerca de 2,8 millones de hectáreas. Tengamos presente que Colombia es rica en estos ecosistemas que nos provee del más preciado líquido.

Fue una posición de alabanza a la madre naturaleza y es la que debemos mantener todos los ciudadanos y en ellos están incluidos los que tienen la potestad de decidir sobre la intervención de estas regiones siendo estrictamente celosos del cumplimiento de las normas ambientales y no ser laxos ante la posibilidad del negocio redondo, de las coimas que recibirán por hacerse inoperantes. Es el aprovechamiento económico a costa de la destrucción del mundo, es el actuar de la mente obtusa que no logra visualizar la gravedad de sus actos, es la rendición de la condición  humana de raciocinio para darle paso al máximo depredador, es la convicción de creerse dioses y no reconocer    el poder  de la madre naturaleza para nuestra supervivencia.

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