El año 2030 marca el límite en dos aspectos relevantes como son: la aplicación de los objetivos del Desarrollo Sostenible que pretende disminución de pobreza, empoderamiento de las niñas y disminución de emisión de gases de efecto invernadero que conducen al cambio climático y por otro esta la intención de reducir la brecha de género que incremente en porcentaje del 50-50 las condiciones de participación e igualdad tanto para los hombres como para mujeres.
Teniendo en cuenta que el cambio climático se acelera y evidencia en los fenómenos acaecidos últimamente disminuyendo la calidad de vida de todos los ecosistemas es deseable que los países se comprometan en sus políticas de estado para minimizar esos efectos que nos llevan de incendios forestales intensos a inundaciones severas, de climas extremadamente calurosos como los recientes en Canadá donde el termómetro llego a 49.6oC, o de fríos intensos como los presentados en Norteamérica y Canadá donde los aires gélidos ocasionados por el vórtice polar se trasladan ocasionando numerosos traumatismos en la vida cotidiana. Esa ola de frío con vientos del Ártico baja las temperaturas decenas de grados bajo cero, hasta -60ºC.
El reciente informe de La Organización de Naciones Unidas, el 9 de agosto., reveló como será el calentamiento global en el futuro cercano y llenó al mundo de incertidumbre y desesperanza ante el avance del aumento en la temperatura del globo terráqueo adelantándose en un periodo de 10 años. Sin embargo, no todo es apocalíptico, de la mano del hombre y la resiliencia de la naturaleza está la solución y mantenemos la esperanza que los humanos somos más conscientes de la necesidad de cambios en hábitos para contribuir al mejoramiento del medio ambiente.
El otro objetivo de lograr en el 2030 que las diferencias de género se reduzcan o se logre las participaciones tanto del hombre como de las mujeres en proporción del 50/50 también depende de las políticas estatales. En Colombia el avance va lento, pero con paso seguro y con la expedición de la ley 581 de 2000 haciendo honor a los artículos 13,40 y 43 de la Constitución Nacional ha definido la participación de la mujer en las ramas y órganos del poder público. Según el último informe de la Registraduría Nacional del Estado Civil y ONU mujeres en nuestro país en el presente periodo que va hasta el 2023 las siguientes cifras nos muestra la participación.
“2 mujeres gobernadoras, en los departamentos de Valle del Cauca -Clara Luz Roldán- y Atlántico – Elsa Noguera-. representan el 6.25% de las 32 gobernaciones. Significa una disminución respecto al periodo anterior en el que fueron electas 5 mujeres, con un 15.6%.
132 mujeres fueron electas alcaldesas, representan el 12.01% del total de alcaldías, porcentaje que disminuye levemente, en 0.19%, respecto al periodo anterior (12.2%).
Dos capitales contarán con alcaldesas: Bogotá D.C. y Santa Marta, significa un avance respecto al periodo anterior en el que ninguna ciudad capital eligió a una mujer en este cargo.”
Y aunque se presenta una disminución en gobernaciones se ganó en Alcaldía en la capital del país, ese avance esperemos sea fuerte en las próximas elecciones donde la juventud debe marcar la diferencia.
¡El relevo generacional es fundamental!
