Desde hace más de 15 días, parte de la población rural de Ricaurte, al oriente de Nariño, en la vía al mar, vive una angustiosa situación, debido al desplazamiento forzado de
Por lo menos 1.400 indígenas Awá de varios resguardos del municipio de Ricaurte, oriente de Nariño, han debido desplazarse por temor a caer en medio del fuego cruzado o las minas antipersonas dejadas por el enfrentamiento entre el ELN y las disidencias de la Segunda Marquetalia.
El último hecho se presentó este sábado a las 5:30 de la mañana en el resguardo El Palmar, donde los fuertes enfrentamientos entre grupos armados, hicieron que varias familias tuvieran que salir de la zona.
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La disputa se presenta por el control del territorio, donde la minería ilegal y los cultivos ilícitos hacen de la región atractiva para grupos al margen de la ley.
Miguel Caicedo Guangua, Coordinador Organización Kamawari, que agrupa a los resguardos indígenas Awá, dijo: “queremos alertar de la difícil situación que está viviendo el pueblo Awá de Kamawari en los distintos grupos asociados a esta organización; desde hace 15 días hemos denunciado la presencia de actores armados en el territorio, también enfrentamientos, pero hasta el momento no hay una solución ni respuesta del Gobierno”, comentó.
La oficina del Alto Comisionado para la Paz emitió un comunicado en la tarde del sábado advirtieron sobre esta situación y sobre una similar, que se presenta en el norte del Cauca.
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"Las fuentes de la Oficina de Paz en el territorio han constatado el confinamiento y el desplazamiento de las comunidades, por la agudización del conflicto en los últimos días, sumado a las extorsiones que han venido afectando a los comerciantes de la zona, particularmente en la parte urbana”, señaló la entidad.
Según los líderes indígenas, se calcula que unos 1.400 integrantes de los resguardos La Milagrosa, Vegas, Chagüí Chimuza, Cuascuavi y Magüí están desplazados.
Sin embargo, simultáneamente, se está presentando una situación de confinamiento: “en total, en las comunidades indígenas más de 4.000 compañeros no pueden transitar los territorios ni salir al casco urbano para abastecerse de víveres, porque hay presencia de minas antipersonales en el territorio".
Según la denuncia de los líderes, al confinamiento y desplazamiento se le suma el reclutamiento forzado de niños y jóvenes por parte de estos grupos armados.
“Hacemos un llamamos al Gobierno Nacional para que atienda y proteja a estas comunidades, que han sido golpeadas por este conflicto, pues decirles que, como autoridades estuvimos y vamos a permanecer alertas, denunciamos este tipo de dificultades que hay en estos territorios para que el Gobierno Nacional avance con la propuesta de la Paz Total; debe continuar en búsqueda del diálogo con los distintos grupos armados, aquí los únicos perjudicados son los niños, las madres las embarazadas, los adultos mayores que están en estos territorios asumiendo un alto riesgo".
"Estamos haciendo la gestión en distintas instituciones para que nos apoyen, nos ayuden a solucionar esa problemática, ya que hasta el momento sigue aumentando los desplazamientos, y nadie nos da una respuesta ni una solución ante esta crisis humanitaria”, señaló, por su parte, Patricia Rojas, secretaria de Gobierno de Ricaurte.
"Estamos pasando muy mal en nuestro resguardo con este conflicto, nos sentimos muy preocupados, yo me siento intranquila, como líderes intentamos guiar a la gente de mi vereda, pues en el sitio donde estamos concentrados somos más de 110 personas entre niño mujeres y adultos y mujeres en embarazo y la comida escasea,”, dijo María Marín, habitante de Ricaurte.
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