En medio de las risas, Marlene Orjuela, delegada de la Corte Suprema, dijo lo siguiente mientras Uribe reflejaba su molestia: “Su Señoría, qué pena. Es que queríamos mostrar todo lo que mandó el doctor (Diego Cadena) y no hubo previsión que la cuestión era esa”.
Y es que, de acuerdo con la Fiscalía, Diego Cadena habría seguido instrucciones del exmandatario para contactar a reclusos en diferentes cárceles del país con el objetivo de obtener declaraciones favorables a su caso.
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El despacho del magistrado José Luis Barceló ordenó en ese entonces las interceptaciones dentro de una indagación contra el congresista Nilton Córdoba Manyoma. En el expediente del legislador figuraba como contacto una línea que, en realidad, pertenecía a Uribe.
En el proceso consta que López Rodríguez recibió información de Colombia Telecomunicaciones sobre los titulares de tres líneas telefónicas: José Humberto Gómez Garro, Álvaro Uribe y Wilser Darío Molina Molina. Esa verificación permitió establecer el error en la interceptación, pero las conversaciones obtenidas fueron utilizadas por la Corte Suprema para abrir la investigación contra el expresidente.
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