Por otro lado, indicaron que es falso que se esté cambiando algo para que los docentes tengan un “descanso pedagógico”. Sobre esto, explicó que el decreto establece “una pausa para los estudiantes”, pero que los profesores tienen que seguir acompañándolos en ese tiempo.
La cartera de educación también fue enfática en que analizarán las observaciones que se hagan para definir el texto final. Por eso, insistió en que el borrador no es un texto definitivo. “Se recibieron más de 240 observaciones que se responderán. Se están analizando los eventuales ajustes que requiera el texto normativo”, añadió la institución.
Finalmente, el ministerio insistió en que el decreto no va a generar un impacto fiscal en las finanzas del país. En ese sentido, expresó esto no será así porque “no hay necesidad de ampliar la planta docente” y que los educadores seguirán cumpliendo sus seis horas de permanencia en las instituciones de educación.
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¿Cuál es el objetivo del borrador de decreto que modifica la jornada laboral de los docentes del sector oficial?
Cabe señalar que el borrador de decreto referido, que tiene como objeto aliviar las cargas de los docentes, planteaba que “el tiempo total de la asignación académica semanal de cada docente de educación básica secundaria y educación media, será de veintidós (22) horas efectivas de sesenta (60) minutos incluido el descanso pedagógico, las cuales serán distribuidas por el rector o director en períodos de clase de acuerdo con el plan de estudios y las particularidades de cada establecimiento educativo”.
Para esto, se propone que en vez de dedicar todo el tiempo de su jornada laboral al desarrollo de las funciones propias de sus cargos con una dedicación de ocho (8) horas diarias, el tiempo que dediquen al cumplimiento de su asignación académica y a la ejecución de actividades curriculares complementarias en el establecimiento educativo sea de seis (6) horas diarias de permanencia continuas, las cuales serán distribuidas por el rector o director.
Esto, sin embargo, levantó alertas de algunos expertos en educación, que advierten que esta limitación podría reducir el tiempo efectivo destinado a actividades académicas y pedagógicas esenciales, incluyendo proyectos extracurriculares.
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