Una imagen conocida por este diario muestra al menor en aparente buen estado de salud y sonriente, acompañado por funcionarios de la Defensoría del Pueblo en el Valle.
Por parte del Gobierno Nacional, la vicepresidenta Francia Márquez se pronunció celebrando la liberación del menor y exigió respeto por la vida y los derechos de los niños y niñas. “Para nuestro presente y futuro, no podemos tolerar ni secuestros ni reclutamientos que arrebaten los sueños a la niñez y nuestra juventud”, manifestó.
Previamente, el presidente Gustavo Petro se refirió al secuestro, señalando que “Lyan no es mercancía, quienes convierten un niño en mercancía ya no son sino tratantes de personas: esclavistas. Quienes lo retienen, desobedezcan a sus superiores. Libérenlo ya”.
Las autoridades señalaron que las disidencias de las Farc, puntualmente la estructura Jaime Martínez, serían los responsables del rapto y lo habrían atribuido a “un error”. Por información que permitiera su liberación, había una recompensa de $200 millones.
Previamente, el director de la Policía Metropolitana de Cali, brigadier general Carlos Oviedo, catalogó el caso como un secuestro con fines extorsivos. “Inicialmente iba dirigido al padrastro del menor, pero ante una situación de caos que se presenta al interior de la vivienda, donde algunos integrantes de la familia alcanzan a huir y el menor queda con la empleada de servicio doméstico, por eso se da este secuestro”.
El menor fue raptado por hombres armados que irrumpieron en su vivienda, ubicada en el corregimiento de Potrerito. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, señaló también al grupo criminal de alias Mordisco, como el responsable de este hecho.
El jefe de cartera detalló, días atrás, que los “terroristas armados de este grupo, cuyo cabecilla es alias Marlon y que delinque en límites entre Valle del Cauca y Cauca, irrumpieron en un condominio y se llevaron al pequeño. Una mujer que lo acompañaba fue liberada”.