Una de las habituales noches que pasaba un grupo de jóvenes sobre las gradas del Polideportivo de Tierra Linda, en el municipio de Los Patios, terminó convirtiéndose en tragedia cuando a Wilmer Andrés Reyes González le dispararon en el pecho.

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Sobre las 9:00 de la noche del 19 de mayo, la víctima compartía con algunos amigos alrededor de la cancha de tierra, por un costado de la vía, el humo evidenciaba el consumo de marihuana. Uno de los que departían en el lugar dijo que sintió el ambiente algo raro y decidió irse, mientras que los demás continuaron en el sitio.

Tan solo 20 minutos después, una motocicleta, negra, llegó al lugar de los hechos, se acercó a Reyes y le disparó a la altura del tórax, el hombre cayó sobre el suelo, de la herida empezó a emanar sangre, su camiseta blanca y pantaloneta del mismo color, empezaron a teñirse de rojo al igual que el cemento. Mientras el hombre quedó tendido sobre su costado derecho.

El shock se apoderó de los testigos, que vieron como el responsable, que portaba casco y una camiseta negra, escapaba de la escena en la moto con la que había llegado.

Los amigos de Reyes comprobaron su estado, aún tenía signos vitales, alertaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta, que llegaron a los pocos minutos. Los uniformados lo trasladaron en un vehículo policial al hospital de Los Patios.

Reyes ingresó por urgencias ya sin signos vitales, a pesar de las labores de reanimación del personal médico, su muerte se hizo oficial por la gravedad de la herida.

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Una vez confirmado el fallecimiento, las labores investigativas tomaron protagonismo en el lugar de los hechos, sin embargo, la falta de iluminación y de cámaras de seguridad dificultaron la investigación en esta zona sobre la calle 4 con avenida 2A.

En el momento se adelantaron actividades de búsqueda para intentar dar con el responsable, que aún continúan, pero al cierre de esta edición, no se había señalado a nadie como el presunto agresor.

Cabezón

El hombre, conocido como Cabezón o Huevito, tenía 27 años, y residía a apenas unas cuadras del lugar de su muerte, donde se habría mudado hace poco. Era oriundo de Chinácota.

En la zona, era conocido por ser parte del parche, ya que constantemente se le veía en ese mismo lugar, compartiendo con demás personas del barrio, con una pasión que los unía:  el fútbol.

Este grupo entrenaba en ocasiones en esa cancha, la que además, tiene sus alrededores decorados con pinturas y murales alusivos al Cúcuta Deportivo. Las gradas sobre las cuales sucedieron los hechos, están pintadas de rojo y negro, que en este caso terminaron significando sangre y luto.

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De acuerdo a algunos allegados, Reyes no era un muchacho problemático y en la zona se lo conocía por la venta informal de pasteles, que según cuentan, eran muy buenos. Sus amigos lamentan su partida y no creen que el ataque haya sido por un motivo en su contra.

¿Los AK-47?

Los móviles del hecho aún están por esclarecerse y siguen siendo materia de investigación. Se conoció que en este sector hay injerencia del grupo delincuencial AK-47, que se dedican a la extorsión, tráfico de estupefacientes y homicidio.

Según una fuente extraoficial, los autores del hecho serían “los extranjeros”, unos delincuentes que tienen amedrentada la población y quienes se dedicarían al microtráfico. De acuerdo, a lo que comentan, uno de los residentes de la zona, habría incursionado en el expendio de estupefacientes, lo que podría haber generado molestia en un grupo delincuencial, que habría hecho este ataque como represalia.

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