A la par que el Congreso aprobaba a ‘pupitrazo’ la ambiciosa reforma pensional en cabeza de la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, al interior de su propia cartera se vivía una huelga indefinida de 14 de 19 sindicatos.
Desde que se decretó el pasado 31 de mayo, cientos de trabajadores han hecho toda clase de protestas para llamar la atención sobre sus reclamos que, dicen, vienen incluso desde gobiernos anteriores. Sin embargo, no deja de ser paradójico que la ministra Ramírez, quien fue líder sindical y miembro del Partido Comunista, esté lidiando ahora desde el Ejecutivo con un paro que parece no terminar pronto.
Para este martes 25 de junio está citado un ‘cacerolazo nacional’ en inmediaciones de la Casa de Nariño en Bogotá y en las plazas principales de 32 ciudades donde se ubican las direcciones territoriales del MinTrabajo, como también en más de 250 inspecciones municipales.
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¿Qué piden los sindicatos?
Varios líderes sindicales, entre ellos Gerson Cifuentes, presidente nacional de la Organización Sindical de Trabajadores Defensores del Mérito Sintramerito, han denunciado que el MinTrabajo incumplió un acuerdo firmado en marzo de este año que contemplaba una bonificación salarial de 50 por ciento a los trabajadores, pero finalmente no se pagó.
También protestan por un rezago histórico de los sueldos frente a otras entidades del Gobierno y han documentado falta de condiciones de seguridad en espacios de trabajo, en- tre otros incumplimientos.
“Han transcurrido a la fecha más de 20 días, sin que haya sido posible tener un diálogo directo con la Ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, no obstante, en dos ocasiones el Ministerio ha convocado a una mesa de diálogo a todas las organizaciones sindicales, lo que ha conllevado a un diálogo improductivo dado que los delegados por la Ministra no tienen poder de decisión en la mesa ni han demostrado interés suficiente para atender y resolver las peticiones presentadas por el comité de huelga”, señala Cifuentes.
Este diario conoció, además, que tras el impedimento de la entrada a algunas oficinas por parte de los sindicatos, el Ministerio pidió a sus contratistas seguir en la modalidad de trabajo remoto para cumplir varias tareas que no constituyen el funcionamiento mínimo que esa cartera necesita para operar.
Este hecho, considerado como un “acto atentatorio de los derechos de asociación sindical y huelga”, según los sindicatos, condujo a que el tema escalara ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Funcionarios cercanos a la ministra Ramírez, que no están autorizados para ser voceros, señalaron que el Ministerio ha adelantado todas las gestiones posibles para cumplir con algunos de los requerimientos de los sindicatos, como el reconocimiento de la bonificación acordada. Sin embargo, los trabajadores insisten en que no hay avances significativos y repiten el refrán de “en casa de herrero, azadón de palo”.
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Queja ante la OIT
Tres sindicalistas viajaron hasta Ginebra (Suiza) y expusieron la crisis laboral que viven en la cartera del trabajo en Colombia. Expusieron ante el Comité de Libertad Sindical de la OIT las quejas contra el Gobierno Petro y administraciones anteriores.
“La delicada situación por la que vienen atravesando más de 2.000 funcionarios de esta entidad, a los cuales se les viene incumpliendo de manera reiterada por parte del Estado colombiano puntos de los acuerdos colectivos suscritos desde las vigencias 2013, 2015, 2017, 2019, 2021 y 2023 (...) Le corresponderá entonces a este órgano de la OIT determinar si con base en los argumentos expuestos en la denuncia por violaciones a la libertad sindical presentada por 14 de las organizaciones sindicales de trabajadores del ministerio de trabajo, investigar y sancionar al Estado colombiano por la conducta asumida al interior de la cartera ministerial del trabajo, lo que sería algo paradójico, teniendo en cuenta que dicho ministerio, representa en Colombia la casa de los derechos de los trabajadores”, señalaron los líderes sindicales.
“Un punto muerto”
Además, los 14 sindicatos pidieron acompañamiento de la Procuraduría para que realice un papel mediador con el MinTrabajo a la par que avanzan con el ‘cacerolazo nacional’ anunciado para esta semana.
“La no concertación de servicios mínimos para la población durante el desarrollo de la huelga nos ha dejado en un punto muerto en las conversaciones que permitan superar el presente conflicto. Lo que hizo necesario acudir al Ministerio Público, en su calidad de garante de la función pública, administrativa y de los derechos humanos en Colombia, para que a través de sus procuradurías delegadas para la salud, la protección social y el trabajo decente, y la vigilancia preventiva de la función pública, realice una mediación que permita el acercamiento de las partes dentro de un marco exigible jurídicamente”, dijo el presidente de Sintramerito, Gerson Cifuentes.
Lo cierto es que la crisis denunciada por trabajadores con la ministra Ramírez no es exclusiva de esa cartera.
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En dos investigaciones sobre presuntas irregularidades en la Unidad Nacional de Protección (UNP) que afectan a algunos sindicatos de esa entidad. Y más recientemente, Fecode, uno de los sindicatos más grandes y poderosos del país, cercano al presidente Petro, se opuso a la ley de reforma a la educación que el Gobierno acordó con la oposición que luego abandonó cuando era muy tarde pues los docentes se tomaron las calles del país con masivas manifestaciones.
Algo similar, aunque de menor tamaño, puede ocurrir en los próximos días con el paro de los sindicatos en el Ministerio del Trabajo, en cabeza de Gloria Inés Ramírez, una de ministras más destacadas del gabinete. Ramírez, sin embargo, tiene al interior de su cartera una ropa sucia que no se va a lavar en casa.
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