El país entero se detuvo tras conocerse el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay. Las imágenes de su traslado urgente, las alertas médicas y el hermetismo de los primeros comunicados generaron tensión nacional. Sin embargo, detrás de la historia política y médica de estas horas, emerge una conexión inesperada que une los mundos de la belleza, la política y la élite bogotana.
El neurocirujano que lideró la intervención de urgencia, Fernando Hakim, no solo es uno de los más prestigiosos especialistas del país: también está emparentado con Gabriela Tafur, exseñorita Colombia y actual esposa de Esteban Santos, hijo del expresidente Juan Manuel Santos.
La relación es más que anecdótica. Gabriela Tafur, reconocida por su paso en Miss Universo y por su papel mediático desde entonces, es cuñada de Denise Hakim, hija del doctor Hakim. Denise está casada con Michel Tafur, hermano de Gabriela. De esa unión nació, en marzo de 2025, un bebé llamado Salim, el primer hijo de la pareja, uniendo aún más a ambas familias.
Este vínculo familiar fue confirmado por medios nacionales y redes sociales, donde la exreina ha compartido en varias ocasiones fotos de eventos familiares en los que aparece el doctor Hakim.
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El médico detrás del milagro
Fernando Hakim no es un nombre desconocido en el ámbito médico. Con años de experiencia en neurocirugía, es jefe de servicio en la Fundación Santa Fe y ha participado en procedimientos pioneros en el país. Pero esta vez, la atención no solo recayó sobre su destreza médica, sino en su cercanía con una de las figuras más conocidas del mundo del entretenimiento y la opinión pública.
El hecho de que Hakim haya sido el responsable de estabilizar a Miguel Uribe Turbay tras una hemorragia cerebral aguda, producto del ataque, ha generado una oleada de interés no solo por su trabajo, sino por su círculo íntimo.
Gabriela Tafur ha sabido mantener un perfil elegante, entre el activismo, la moda y el apoyo político a su familia política. Desde su matrimonio con Esteban Santos, la exseñorita Colombia se ha mostrado como una voz influyente en causas sociales, derechos humanos y estilo de vida.
En este caso, su silencio público ante el atentado ha sido interpretado como respeto por la gravedad del asunto, pero su cercanía al médico tratante ha sido leída también como un mensaje sutil: la solidaridad se teje también desde lo íntimo, desde lo familiar.
En redes, algunos usuarios han destacado la “ironía trágica” de que el salvador de Miguel Uribe, uno de los críticos del legado santista, sea parte del mismo entramado familiar que rodea al expresidente Juan Manuel Santos. Otros lo ven como una coincidencia poderosa que une, a través de la ciencia y el deber, a personajes con visiones políticas distintas pero con algo en común: el compromiso con la vida.
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