Un día después de llegar a un preacuerdo con la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), los Ministerios de Salud y de Educación anunciaron que 2022 sería el año para volver a la presencialidad 100 % en las instituciones educativas. Pese a ese anuncio –que en un principio pareció consensuado y que fue publicado el 10 de diciembre de 2021–, la agremiación de maestros salió este jueves a exigir nuevos requisitos para regresar a las aulas y aseguró, una vez más, que no existen las condiciones necesarias para que profesores y alumnos retornen en su totalidad a las escuelas de educación básica, media y superior.
Pero ese escenario en el que se rompen acuerdos no es nuevo. Desde el inicio de la pandemia Fecode pidió que los estudiantes ingresaran a la virtualidad e insiste desde entonces que la falta de agua potable y de medidas de bioseguridad pondría en riesgo la salud de ambas partes. Sin embargo, esa discusión de dos años se da esta vez en un escenario distinto.
“Se han tenido en cuenta todas las variables, incluyendo todo lo referido a la variante ómicron. (...) Pero esta decisión de no limitar los aforos tiene que ver con la evolución que ha tenido la pandemia en Colombia y con el avance del Plan Nacional de Vacunación”, sentenció la ministra de Educación, María Victoria Angulo, en una entrevista.
Con el argumento de que se ha invertido más de 1,2 billones de pesos en la adecuación de las instituciones y que se ha cumplido con los requisitos de vacunación a docentes y a menores de edad, la ministra de Educación aseguró que el Gobierno ya ha hecho esfuerzos para cumplir los acuerdos con Fecode y que no hay vuelta atrás en la decisión de regresar a las aulas este año.
Y no fue la única. En bloque, las principales instituciones estatales, los ciudadanos y los políticos han salido a defender la necesidad de regresar a la presencialidad en las instituciones educativas. Tanto el Ministerio como la Presidencia de la República, el Congreso, la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo han alertado sobre las implicaciones de que los estudiantes no asistan a las aulas y han pedido que en 2022 se garantice ese derecho básico a la educación con todos los requisitos.
Piden presencialidad
Unas horas después de que se conocieran las peticiones de Fecode –que incluyen contratación de docentes, agua potable para las escuelas que aún no la tienen y protocolos eficientes de bioseguridad–, el defensor del pueblo, Carlos Camargo, publicó un video pidiendo “medidas urgentes y decisivas para recuperar el aprendizaje perdido y asegurar el regreso a las clases presenciales”.
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Así mismo, Camargo afirmó que “es inconcebible” que casi dos años después de la pandemia cerca de 2,2 millones de estudiantes no hayan regresado a las aulas de clase.
En un tono similar, el presidente Iván Duque viene insistiendo desde el último trimestre de 2021 que “ya es hora de regresar a las aulas”. En octubre de ese año, el mandatario alertó sobre la importancia de las clases presenciales para evitar profundizar más las inequidades sociales que se agudizaron durante la pandemia.
De hecho, un informe publicado este mes por el Banco Mundial, la Unesco y el Unicef advierte que la pérdida en la calidad y estabilidad de la educación durante estos dos años de pandemia puede repercutir en la capacidad de estas generaciones para producir ingresos para ellos y sus familias.
En un escenario aún menos esperanzador, dichas autoridades pronostican que millones de los estudiantes que abandonaron las aulas no regresarán nunca. Y esa cifra aumenta cada semestre.
Solo en Colombia –según la más reciente encuesta, publicada por el Dane en septiembre de 2021–, la inasistencia escolar pasó de 2,7 % en 2019 a 16,4 % en 2020.
Las condiciones
En todo caso, el presidente de Fecode, William Valandia, ha sido enfático con que ni él ni los docentes adscritos a la Federación están en contra de la educación presencial y que, por el contrario, “terminamos el año 2021 prácticamente con todos los maestros en las instituciones educativas”.
No obstante, Valdivia justificó que en el país hay “escuelas sin agua y sin maestros” y propuso que en los colegios donde no se cumplen las condiciones básicas se adelanten mesas de trabajo para que el Gobierno haga las intervenciones oportunas.
Las ciudades capitales
Lo cierto es que, aún en medio del debate, las administraciones locales y departamentales deberán obedecer el decreto 2157 del Ministerio de Salud que elimina las restricciones de aforo para el servicio educativo, “incluyendo los servicios de alimentación escolar, transporte y actividades curriculares complementarias” y que exige el regreso a la presencialidad en un 100 %, como detalló el ministro de esa cartera, Fernando Ruiz.
De no estar de acuerdo, los gobernantes deberán solicitar medidas especiales para sus territorios. El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, le pidió al Ministerio de Educación que posibilite recomendarles a los colegios que retornen a la presencialidad “al menos en dos semanas más”, pues, según él, hay una alta transmisibilidad de la variante ómicron.
En contraste, las alcaldías de Medellín y Bogotá ya anunciaron fechas para el inicio de clases. El alcalde de la capital antioqueña, Daniel Quintero, aseguró que las clases en los 229 colegios oficiales de la ciudad serán 100% presenciales y sin límite de aforo a partir del próximo 17 de enero.
La alcaldesa Claudia López, por su parte, anunció que el retorno a clases en Bogotá será el 24 de este mes y que, por ningún motivo, se va a aplazar más dicho plazo.
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