En el sector conocido como Cerro Pastel, ubicado en la parte alta del barrio Belén, el crimen a balazos de un hombre trajo miedo y una sensación de silencio y miradas desconcertadas entre los habitantes de esa zona, que prefirieron no hablar al respecto.
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Las autoridades solo lograron conocer que la víctima llegó a bordo de una motocicleta marca Suzuki, de placas SPF43E, hasta la parte alta de ese lugar, donde está una antena, y conversó con otro hombre por unos minutos, cuando este sacó una pistola y le disparó en al menos siete oportunidades. El hecho ocurrió la tarde del miércoles.
El hombre baleado, que hasta el cierre de esta edición no había sido identificado, recibió siete disparos, en la cara, la cabeza, el abdomen, el pecho, en la muñeca izquierda y en un glúteo.
Cuando los vecinos se percataron de que el agresor huyó en otra motocicleta, con rumbo hacia el barrio María Teresa, de inmediato alertaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta, para que las patrullas arribaran al lugar.
Por eso, cuando los uniformados llegaron y vieron que la víctima tenía señales de vida, la trasladaron a la Unidad Básica de la Loma de Bolívar, pero antes de recibir atención médica, falleció.
La víctima, según se conoció, tiene un tatuaje en el pecho en el que se aprecia unas manos tomando un rosario y a los extremos las palabras “In god’s” y “Hands”.
En la escena del crimen, los investigadores de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) no conocieron mayores detalles, ni tuvieron imágenes del hecho, pues en el lugar no hay cámaras de seguridad.
Algunos habitantes de la zona aseguraron que el sitio donde ocurrió el crimen es frecuentado por consumidores de drogas.
Sin embargo, las autoridades presumen que el reciente asesinato se dio en medio de un ajuste de cuentas, por lo que tendrán que avanzar en las pesquisas para hallar algún indicio que lleve a establecer los móviles del crimen y los autores del hecho.
Los investigadores que adelantaron la inspección en el lugar del ataque hallaron cinco vainillas calibre 9 milímetros y un proyectil.
Al parecer, cuando la víctima cayó al piso, el agresor continuó accionando su arma, por lo que tuvo el tiempo necesario para cometer el hecho sin ser interceptado por las autoridades.
“En ese lugar muy pocas veces está la Policía y todo el mundo sabe que ahí consumen drogas y es algo peligroso pasar por ahí”, dijo una habitante de la zona.
Por ahora se espera que avancen las indagaciones para conocer qué hay detrás de este crimen, que alertó a los habitantes de la zona por las detonaciones de los múltiples disparos que el homicida accionó contra la víctima.
El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, a la espera de que los familiares se acerquen para identificarlo.
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