En apenas un espacio de una hora y quince minutos, Cúcuta completó una jornada llena de hechos de violencia, y todo se dio en la noche previa a la celebración del Día de las Madres. Fueron tres los asesinatos que mancharon de rojo a la capital nortesantandereana.

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Durante la mañana del pasado sábado, ya se habían presentado tres homicidios en la ciudad, en los barrios de San Gerardo, Carlos Ramírez París y Comuneros, pero los ataques a mano armada no se detuvieron ahí y en la noche se completó la media docena. Sumado a la muerte de un policía en Villa del Rosario.

Por la espalda

Cuando el reloj marcó las 9:15 de la noche, José Camilo Monrroy caminaba por la calle 14A, entre avenidas 22 y 23, frente a la cancha de tierra del barrio Nuevo Horizonte, el joven vestía una camiseta azul clara.

Un sujeto, de camiseta roja, llegó desde la avenida 22 y, empuñando un arma de fuego, le disparó dos veces en la espalda, provocando su caída bocabajo sobre un costado de la calle, justo frente a una charcutería, herido de muerte, el cuerpo de Monroy quedó tendido, mientras el responsable escapó.

Nadie supo, nadie vio nada, por la hora. La mayoría de vecinos manifestaron estar al interior de sus viviendas cuando escucharon los tiros, a los que están acostumbrados por la reciente crecida de violencia que viven. Pasados algunos minutos y dejando pasar el peligro se asomaron para llamar a las autoridades.

Una patrulla de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) llegó al lugar e inició un Plan Candado para intentar seguir el paso del homicida, sin embargo, a cierre de esta edición no se ha logrado ninguna captura.

El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) llegó al lugar de los hechos para adelantar la investigación, una muy difusa, pues no se logró recopilar mayor información. En el sector tampoco hay cámaras de seguridad, lo que dificultará la reconstrucción de los hechos.

Los móviles son materia de investigación, pero se podría relacionar con la ola de violencia que viven los habitantes de Nuevo Horizonte y las localidades aledañas, donde recientemente han incrementado los homicidios a mano armada, a nombre de estructuras criminales por el control territorial.

Monrroy era aficionado al Cúcuta Deportivo, y recientemente había sufrido el asesinato de Asdrúal Rodríguez, también conocido como Titi, también integrante de la barra, a quien le dispararon a quemarropa el 2 de mayo en el barrio Minuto de Dios.

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Por un robo

Apenas 15 minutos después, en el barrio Zulima, en su primera etapa, un hombre identificado como Frank Ardila Suárez, caminaba por las entramadas calles del barrio, al llegar calle 14AN entre avenidas 12 DE y 13E, fue interceptado por dos sujetos en una motocicleta Yamaha, quienes lo amenazaron con un arma de fuego para que les entregara sus pertenencias.

Frank se habría negado a entregar una cadena de oro, los pistoleros no se quedaron con eso y le dispararon tres veces al hombre, quien cayó sobre un costado de la carretera, su sangre cayendo sobre el andén, pero aún seguía con vida.

Vecinos y conocidos salieron al escuchar los estruendos y trataron de ayudarlo cuando agonizaba. Enseguida, alertaron a las autoridades que llegaron con prontitud y trasladaron a Frank al Hospital Universitario Erasmo Meoz de urgencia, allí lograron brindarle los primeros auxilios, pero no fue suficiente.

La víctima incluso fue ingresada a cirugía para tratar de salvarle la vida, no obstante, la pérdida de sangre y la gravedad de las heridas eran demasiado y el hombre falleció a los pocos minutos a sus 34 años de edad.

En redes sociales, los allegados se mostraron con sorpresa y desconsuelo ante este asesinato de Mono, como era conocido Frank por su cabellera rubia, a quien recuerdan como alguien alegre y que luchó por salir adelante. Meses atrás habría trabajado con una ONG en el municipio de Los Patios.

Algunos conocidos relataron historias sobre sus pasados como vendedor informal en los alrededores del centro comercial Alejandría, con lo que conseguía sustento, vendiendo reproductores musicales y CDs, con lo que logró convertirse en abogado.

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En el Centro Comercial Bolívar

Una hora después, Juan Guzmán, aún menor de edad, se encontraba compartiendo algunas bebidas con amigos entre las calles internas del Centro Comercial Bolívar, cuando llegó al lugar una motocicleta con dos personas a bordo.

Entre el ruido de la música alta, se camuflaron los disparos, pero al caer el cuerpo de la víctima, con un disparo directamente a la cabeza, se empezó a correr la voz, y la fiesta en este sector del centro comercial se detuvo.

Había sucedido un nuevo asesinato, los victimarios escaparon del lugar en dirección al barrio San Luis, en tanto, las autoridades fueron alertadas y trataron de esclarecer los hechos, pero los motivos siguen siendo un misterio.

Las autoridades no descartarán ninguna hipótesis, una de las versiones manejadas relaciona este hecho con el tráfico de estupefacientes, sin embargo, esto aún permanece como materia de investigación.

Este sector cuenta con numerosas cámaras de seguridad, una de las cuales apunta directamente al lugar donde sucedió el asesinato, por lo que su revisión será clave para la reconstrucción de los hechos.

Guzmán, era cercano a Iván Santiago Fuentes, conocido como Chinche, quien había sido asesinado el pasado 22 de mayo frente a la cancha deportiva del barrio El Tunal, también a mano armada.

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