Más de 50 días de intensa lucha en el hospital Fundación Santa Fe, el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay sigue siendo el centro de un torrente de esperanza y oración en toda Colombia. Tras ser víctima de un cruel atentado, su vida, suspendida entre la gravedad de sus heridas y la esperanza de un futuro, ha conmocionado al país entero.

A lo largo de este tiempo, la familia Uribe Turbay ha compartido con transparencia cada paso de la recuperación del político, quien, bajo la mano de los mejores neurocirujanos del país, ha enfrentado múltiples intervenciones quirúrgicas.

Los médicos luchan por reducir la inflamación de su cerebro, causada por los impactos de bala que lo dejaron al borde de la muerte. Sin embargo, lo que ha sido más fuerte que las manos de los especialistas es la fe que ha mantenido unido a su núcleo familiar, y a miles de colombianos que no han dejado de orar por su pronta recuperación.

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En un emotivo mensaje compartido en su cuenta de Instagram, María Claudia Tarazona, su esposa, abrió su corazón al compartir los momentos más difíciles de este proceso. En la publicación, acompañada por una foto reciente de Miguel en el hospital, escribió: “Día a día, paso a paso, cada pequeño milagro les da aliento a nuestros corazones. Dios, cógelos fuerte, que sus manos nunca se vuelvan a separar.” Un mensaje cargado de amor y esperanza, que, lejos de desmoronarse, invita a la unidad y al fortalecimiento espiritual en tiempos de incertidumbre.

La fotografía, publicada en la cuenta de Instagram de María Claudia Tarazona, muestra las manos de Miguel Uribe y su pequeño hijo de cuatro años.

La conmovedora imagen, registrada en la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, de la Fundación Santa Fe, quedó como evidencia del reencuentro entre padre e hijo.

María Claudia, además, hizo un llamado a la oración, pidiendo fervientemente que Miguel logre recuperarse por completo para poder ver crecer a su hijo, Alejandro. “Oremos todos juntos por el milagro de la recuperación de Miguel, para que Alejandro pueda crecer al lado de su papá. ¡Oremos con fe, se los pedimos de corazón!”, expresó, visibilizando la preocupación más profunda de su familia: que la violencia no arrebate la oportunidad de que su hijo tenga la dicha de compartir con su padre. 

La respuesta de los colombianos no se ha hecho esperar. A través de la sección de comentarios, cientos de mensajes de aliento se han multiplicado, convirtiéndose en una ola de apoyo en las redes sociales. “Dios nunca lo suelta. Miguel se aferra fuertemente a la vida y al gran amor de su familia”, “El milagro llegará. Te mandamos toda la fuerza y el amor”, “Amén, no paramos de orar. Lo declaramos sano en el nombre de Dios”, son solo algunos de los emotivos comentarios que se leen en su publicación.

Este es, sin duda, un momento de profundo dolor, pero también una lección de fortaleza y resiliencia. La vida de Miguel Uribe Turbay, y el amor de su familia, se ha convertido en un símbolo de esperanza para miles de colombianos. La lucha por su recuperación sigue, pero la fe sigue siendo el motor que impulsa cada paso, cada pequeño milagro.

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