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Zona verde
Felinos silvestres llegan con más frecuencia a Cúcuta
Desde 2012, en el área metropolitana, se empezaron a tener registros de apariciones.
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Eduardo Rozo
Martes, 18 de Febrero de 2020

En la cultura precolombina a los felinos se les otorgó un origen divino y eran relacionados con el viaje de los chamanes al mundo sobrenatural en forma de gato. La creencia con el paso del tiempo se fue diluyendo y en la actualidad estas especies se convirtieron en trofeo para cazadores y traficantes de fauna.

El drama al que se enfrentan los felinos en Norte de Santander es acentuado por la deforestación para ampliar la frontera agrícola, la minería de carbón, la ganadería, la apertura de carreteras y la construcción.

Estas presiones redundan en un desequilibrio en los bosques y especies como pumas y tigrillos quedan acorralados, sin alimento y son obligados a migrar, llegando a las urbes para quedarse. 

Desde 2012, en Cúcuta y el área metropolitana se empezó a tener registros de estos hechos. El tema llamó la atención de los biólogos Carlos Cáceres Martínez y Camilo Ernesto Angarita Yanes, quienes unieron sus conocimientos para investigar esta problemática.

Ellos, quienes en su orden pertenecen al Grupo de Investigación en Ecología y Conservación de Fauna Silvestre de la Universidad Nacional, Sede Medellín y al Grupo de Investigación en Ecología y Biogeografía de la Universidad de Pamplona, señalaron que “las áreas urbanas están en un rápido crecimiento espacial y demográfico, impactando el funcionamiento del ecosistema natural al disminuir la cantidad y la calidad de las zonas verdes, hábitat de fauna”.

En el mundo hay 41 especies de felinos y de la cifra siete hacen presencia en Colombia, tales como el jaguar, el Puma concolor, el Puma yaguaroundi y varias especies de tigrillos.

Estos animales al dejar su hábitat, por las causas expuestas en líneas anteriores, entran en conflicto con los humanos, pues son ahuyentados violentamente por los habitantes de zonas urbanas, quienes sienten temor por sus vidas y además, no quieren perder animales de cría como gallinas, vacas, ovejas y cabras.

De acuerdo con los registros que maneja Corponor como autoridad ambiental, los municipios donde se registra el conflicto son Tibú, El Tarra, Sardinata, Durania, Salazar, Cucutilla, Toledo, Labateca, Chitagá, Gramalote, Pamplona, Villa Caro, San Cayetano, Santiago, Ocaña, Chinácota y Cúcuta (corregimiento Palmarito).

Tigrillo de la especie Leopardus pardalis. Fue encontrado con heridas en 2012, en el sector del anillo vial occidental. Foto: Archivo La Opinión.

Apariciones en Cúcuta

Los biólogos Cáceres y Angarita documentaron las apariciones de felinos silvestres en el área urbana entre 2012 y 2015. El primer registro, del 17 de octubre de 2012, fue un tigrillo de la especie Leopardus pardalis, de dos años, que fue encontrado con heridas por un ciudadano en el sector del anillo vial occidental y fue entregado a la Policía. Los uniformados siguiendo el protocolo lo entregaron al Hogar de Paso para Fauna Silvestre de Corponor.

Al año siguiente, el 14 de abril de 2013, se reportó el avistamiento de un ejemplar de Leopardus wiedii en la copa de un árbol ubicado en la parte posterior de una casa. Dos días después un Puma concolor adulto ingresó al solar de una vivienda en el barrio Magdalena y quedó atrapado en un corral.

De acuerdo con los reportes de Corponor, el puma llegó al corregimiento Carmen de Tonchalá y de ahí a los cerros del sur de Cúcuta, cazando cabras. Para retirar al enorme puma de la vivienda se requirió de la intervención de la Policía Ambiental, de técnicos y de veterinarios de Corponor, quienes lo trasladaron sedado al Hogar de Paso, donde aún permanece porque no puede regresar al bosque, ante el riesgo de que vuelva a entrar en contacto con los humanos. 

El cuarto caso fue el de otro Puma concolor, el 10 de septiembre de 2015. Con apenas cinco meses de nacido el ejemplar estaba dentro de un corral con animales domésticos, en una vivienda del anillo vial occidental, vía al Carmen de Tonchalá. 

Este puma permaneció varios años en el Hogar de Paso de Corponor y de acuerdo con el encargado de este centro, Samir León Restrepo, en septiembre del año pasado fue recibido por la Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla.

El último caso ocurrió el 20 de octubre de 2015, con un ejemplar de la especie Herpailurus yagouaroundi, el cual fue encontrado vagando por las calles y luego entró a un supermercado. El animal luego de valoración médica y recuperación fue liberado.

Unido a los reportes de los biólogos, León informó que al Hogar de Paso en los últimos 10 años han ingresado 28 felinos silvestres procedentes de diferentes municipios del departamento y de la cifra nueve fueron liberados.

Propuesta de conservación

Cáceres y Angarita señalaron que en Cúcuta y el área metropolitana se requiere con urgencia evaluar la conectividad, a nivel estructural y funcional, de los parches de bosques, así como su estado de conservación. Estas zonas son de importancia para el flujo y tránsito de especies como los felinos.

A la par se necesitan estrategias para conservar el corredor biológico que rodea el río Pamplonita y evaluar el impacto del flujo de automotores en el anillo vial occidental y los asentamientos humanos que se expanden con rapidez en esta zona de bosque seco tropical.

Puma concolor. A la izquierda, estado en que permanecía en 2015, cuando fue rescatado en la vía al corregimiento Carmen de Tonchalá. A la derecha, estado actual del puma, que fue recibido por la Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla. Fotos: Cortesía para La Opinión.

Nuevo hogar en Barranquilla

El jefe de biología y conservación de la Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla, Christian Olaciregui Pineda, entregó detalles del traslado del puma encontrado en Cúcuta el 10 de septiembre de 2015.

¿Cómo fueron los acercamientos con Corponor para el traslado del puma?

Se dio como apoyo al trabajo de las autoridades ambientales. Se comparte un listado de individuos que el zoológico está en capacidad de recibir y en respuesta Corponor manifestó el interés de reubicar al puma, se solicitó la información médica y comportamental para evaluar la posible recepción y la respuesta fue favorable. 

¿Protocolo cumplido una vez arriba a Barranquilla? 

Entró en un periodo de cuarentena para evaluarlo médica y comportamentalmente, evitando la posible transmisión de una enfermedad o parásito a otros animales de la colección del zoológico. 

 ¿Cuidados que recibe el puma?

Atención veterinaria permanente, valoración por un programa de medicina preventiva, nutrición acorde a su especie, edad e historia de vida y un programa de estímulos para promover actividad física y mental. Desde el 8 de enero de este año hace uso del área de exhibición, la cual se alterna con dos hembras de su especie debido a que aún están en proceso de reconocerse para compartir el hábitat. 

¿Por qué los felinos, como este puma, no pueden retornar a su hábitat? 

Los individuos que no pueden retornar a su hábitat son aquellos que tienen limitaciones físicas o comportamentales. Para el caso de muchos felinos, llegan a los centros de atención de fauna posterior a un rescate, siendo cachorros o jóvenes, producto de una extracción ilegal para ser vendidos como mascotas o al quedar huérfanos por la matanza de sus madres. Siendo cachorros la rehabilitación involucra crianza a mano, lo cual genera que se acostumbren al ser humano y por lo tanto se dificulta su retorno a la vida silvestre.

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