El padre Adam Kotas, conocido por su excomunión de la Iglesia católica, sigue siendo una figura polémica que no deja de sorprender a todos. Después de haber causado controversia en Navidad de 2024 al oficiar una misa a pesar de estar excomulgado, Kotas vuelve a acaparar los titulares, pero esta vez con una propuesta que desafía aún más las normas tradicionales de la Iglesia Católica.
Tal parece que el religioso, ahora ha convertido su fe en un negocio, y así lo ha hecho creer al expandir su nueva actividad, inaugurando una tienda tanto física como en línea, donde ofrece "productos milagrosos" que aseguran alejar el mal y las influencias negativas de los hogares de los fieles. Entre los artículos destacados se encuentran el agua, la sal y el aceite, los cuales él mismo ha bendecido y exorcizado, asegurando que estos productos tienen el poder de alejar no solo la envidia y las malas vibras, sino también al diablo.
A través de sus redes sociales, Kotas promueve con entusiasmo su tienda, ofreciendo a sus seguidores un paquete especial que incluye estos tres productos, y que promete aliviar las penas, enfermedades y malos momentos que atraviesan sus vidas. Para él, la clave para que estos "milagros" sucedan es la fe. Según sus palabras, tener fe en estos objetos sagrados es lo que activa su poder para cambiar la realidad de los creyentes.
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Pero su oferta no termina ahí. Kotas también vende estatuas de santos y vírgenes que, según él, ayudan a resolver problemas tan diversos como encontrar trabajo, atraer el amor o incluso conseguir dinero. Uno de los productos más llamativos es la imagen de La Divina Misericordia, que, según Kotas, tiene el poder de evitar deportaciones si se le coloca un pequeño papel con los nombres de las personas a proteger.
A pesar de estar excomulgado y de las críticas que recibe por su negocio, el padre Adam Kotas sigue siendo un firme defensor de su visión, convencido de que los milagros son posibles y de que los productos que ofrece pueden materializar los deseos de quienes los adquieran, siempre y cuando se acompañen de la fe necesaria.
Chistes no propios de un cura
En una de sus transmisiones en vivo, Adam Kotas le preguntó a su audiencia si les gustaban sus chistes. Al recibir una respuesta afirmativa de una de las personas que lo acompañaba, él le pidió que le hiciera una pregunta: "¿Cómo amaneciste?". La mujer accedió y, al hacerlo, Kotas respondió sin pensarlo: "Con el culo triste".
Este es un solo chiste de los miles y miles que hace en sus transmisiones el cura.
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