En medio del llamado a clases presenciales por parte del gobierno de Venezuela, tras varios meses de asistencia semipresencial en las instituciones públicas, el magisterio del Táchira asegura que en la región fronteriza las condiciones no están dadas para el regreso a las aulas de forma continua, pues el nuevo aumento de sueldo no alcanza para el pago de transporte, alimentación y compra de materiales necesarios para impartir las orientaciones.
Los docentes esbozaron que la entidad se enfrenta a largas horas sin servicio eléctrico que afecta a las aulas, hecho que ha ocasionado que la educación retroceda a la época cuaternaria o de las cavernas, las aulas se quedan completamente a oscuras por largos períodos y cuando hay luz, entonces los salones carecen de bombillos.
El presidente del Colegio de Profesores del estado Táchira, Miguel Ochoa, expuso que el atraso que viene ocurriendo en la parte académica es grave, relató que los docentes pasaron de usar pizarrón acrílico y plumaster, a utilizar de nuevo el pizarrón verde y la tiza, en vista que, a los educadores no les alcanza el sueldo para cubrir la compra de materiales para exponer las explicaciones, como marcadores, que cada uno dura, al menos, una semana.
Muchos docentes recurren a las solicitudes de estos implementos a los padres y representantes, en vista que el Ministerio de Educación y Zona Educativa no los dota de insumos básicos como marcadores, hojas, lápices, lapiceros, entre otras herramientas básicas para los maestros y necesarias en un salón de clases.
En cuanto a los laboratorios, denunció que gran parte de los liceos de la entidad carecen de laboratorios de física, química, ya que han sido abandonados, se encuentran sin insumos y con grandes fallas de infraestructura, por lo que han desaparecido. Los laboratorios de computación, que han sido una promesa del gobierno socialista, solo dio computadoras durante el momento electoral, y volvieron a desaparecer, añadió Ochoa.
“Los libros de las bibliotecas han desaparecido”, describió, lo que complica aún más el hecho educativo, en vista que muchos de los estudiantes no tienen acceso a internet durante prolongados cortes eléctricos, lo que dificulta la obtención de conocimientos por la vía informática.
“Estamos retrocediendo, lamentablemente, al tiempo de la ruralidad de Venezuela, estamos en época rural”, refirió Ochoa.
En comparación con otros países, la educación en Venezuela, y en especial en Táchira, se ejecuta de forma arcaica, por ello, instó a los docentes y representantes a no seguir permitiendo el atraso, puesto que Venezuela fue reconocida por el alto nivel académico de los estudiantes y profesionales.
Pedro Guillén, representante de la Coalición Intergremial del estado Táchira, destacó que el Estado venezolano es el responsable de brindar las condiciones para el retorno a clases, y en la región, justo en este momento, se padecen de largas colas para abastecer de gasolina, mientras que en el pago de transporte se consume más del 50% del salario de los profesionales de la educación.
“Cuando hay agua, no hay luz... En la mayoría de las instituciones, si hay luz, no hay bombillos, si hay bombillos, no hay luz”, narró Guillén.
Indicó que hay muchos docentes comprometidos con el avance del país y el reinicio de las actividades escolares, pero bajo las condiciones adecuadas y reales.
“El gobierno ofrece a algunos niños arroz con frijol y arepa pura en la mañana”, puntualizó, lo que deja entrever que en las escuelas y liceos públicos de la región el Programa de Alimentación Escolar también es deficiente.
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