Una mujer fue llevada ante la justicia por presuntamente golpear a su propio hijo y usar maquillaje para esconder los golpes.

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Según sostuvo la Fiscalía, el caso ocurrió entre marzo y agosto de 2024, periodo en el que la sospechosa habría atacado al niño de 7 años por lo menos tres veces.

El ente acusador señaló que la madre, de 38 años, luego de maltratar al menor, presuntamente utilizaba productos cosméticos para ocultar las contusiones y moretones, para que cuando fuera al colegio ni sus compañeros ni profesores se dieran cuenta de los golpes.

Sin embargo, personas cercanas al menor sí se habrían percatado de los mismos y en una de esas oportunidades el menor fue atendido por personal médico.

En un dictamen, el Instituto Colombiano de Medicina Legal documentó una de esas agresiones y hasta dictaminó que el niño debía ser incapacitado por 12 días para recuperarse.

Tras ese último episodio, el caso cayó en manos de una fiscal de la Unidad Especial de Niños, Niñas y Adolescentes (Uenna), quien logró obtener una orden de captura y que la madre del niño fuera detenida en un operativo por agentes de la Policía Nacional.

Pese a ser llevada ante un juez de control de garantías en una audiencia en la que la Fiscalía le imputó el delito de violencia intrafamiliar agravada, la mujer no se allanó a los cargos e insistió en su inocencia.

No obstante, el juez al frente del caso ordenó enviarla a la cárcel mientras se resuelve su situación judicial.

Adolescente también era golpeada

En su informe de este primer caso, la Fiscalía también entregó detalles de un segundo caso similar ocurrido a finales del año pasado en Medellín que involucró a una adolescente de 17 años.

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En este segundo episodio, que tuvo lugar en el barrio Robledo el pasado 29 de diciembre, las autoridades determinaron que la joven habría sido golpeada presuntamente por su madre, que le habría ocasionado lesiones de consideración en su espalda y en su rostro.

La adolescente fue atendida por personal médico, que le ordenó una incapacidad de 15 días para recuperarse de sus lesiones.

En sus pesquisas la Fiscalía no solo determinó que aquella agresión se habría originado por una discusión familiar, sino que en mayo y octubre también del año pasado se habrían producido episodios similares.

Al igual que en el primer caso, la madre de 41 años, fue llevada ante un juez de control de garantías, en una audiencia en la que la Fiscalía le imputó el delito de violencia intrafamiliar agravada.

La madre no se allanó a los cargos e insistió en su inocencia.

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