Los científicos de datos de Mayo Clinic que desarrollaron un modelado computarizado de gran precisión para predecir las tendencias de los casos de COVID-19 en Estados Unidos, cuentan con una investigación nueva que muestra la importancia de una tasa alta de vacunación para reducir la cantidad de casos y controlar la pandemia.
La vacunación está marcando una diferencia enorme en Minnesota y evita que el nivel actual de casos positivos se convierta en una emergencia que desborde las unidades de cuidados intensivos y que produzca más enfermedad y muertes, de conformidad con un estudio publicado en la revista Mayo Clinic Proceedings.
En el estudio, se detalla la gran importancia de las tendencias de vacunación para el curso futuro de la pandemia y cómo el modelado predictivo de la COVID-19 de Mayo Clinic puede evaluar las tendencias futuras con base en el ritmo de vacunación. Los investigadores estiman que, esta primavera, habría un pico en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales si no se hubiera desarrollado ninguna vacuna. Las proyecciones tienen en cuenta las variantes nuevas del virus SARS-CoV-2, al igual que las medidas de salud pública y los estándares para el uso de mascarillas actuales.
Los niveles censales previstos de las unidades de cuidados intensivos serían superiores al doble de la cantidad de pacientes con COVID-19 hospitalizados en diciembre, en el pico de la última ola del año pasado. “Es muy difícil desentrañar cuánto de esta elevada tasa de contagio en este momento se debe a variantes nuevas o a cambios en el comportamiento social”, indican los autores, pero “sin importar el motivo, de no haber vacunaciones en el entorno actual, se hubiera producido la mayor ola hasta la fecha”.
En cuanto a Colombia, el Ministerio de Salud reportó la compra de 20 millones de dosis, para 10 millones de colombianos por el mecanismo Covax; y por mecanismos bilaterales 41,5 millones de dosis para más de 25 millones de personas. Con la puesta en marcha del Plan Nacional de Vacunación, en su primera fase, se reducirá la mortalidad e incidencia de casos graves por el virus y, asimismo, se logra la protección de los trabajadores de la salud. En la segunda fase, disminuye el contagio para alcanzar la inmunidad de rebaño.
Según el inmunólogo y coordinador del Laboratorio de Ciencias Básicas Médicas de la Universidad de los Andes, John Mario González, ante la ausencia de un tratamiento antiviral específico, surgió la necesidad del desarrollo de una vacuna para frenar el ciclo de enfermedad y su diseminación. Si bien, los expertos aseguran que la vacuna contra el SARS-CoV-2 es parte de la solución, y no el punto final de la pandemia, es el momento de asumir responsabilidades y recurrir a información sustentada para ser parte activa de la solución a la crisis sanitaria.
Por su parte, el país ya ha aplicado cuatro millones de dosis y se ha establecido una nueva meta de lograr 5 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19, para el próximo 4 de mayo. A su vez, Colombia cuenta con al menos, cinco tipos de vacuna para inmunizar con las que se espera llegar a 35 millones de personas.
Cuando la pandemia surgió el año pasado, los científicos de datos de Mayo Clinic desarrollaron un modelado predictivo para evaluar dónde y cómo se producirían los focos de COVID-19. El modelo predijo correctamente el momento y la magnitud de las olas de casos de COVID-19 y las hospitalizaciones. La herramienta de seguimiento Mapa del coronavirus de Mayo Clinic pronóstico sobre las tendencias de la COVID-19 y evidencia que una cosa es contagiarse y otra tener complicaciones luego de contraer la enfermedad.
Lo que hace la vacuna es evitarlas y, así mismo, disminuir casos de muerte. Andrea Ramírez, epidemióloga, especialista en salud pública y profesora de Los Andes, afirma que si una persona no sé vacuna, contribuye a que no se logre la inmunidad de rebaño, que es posible cuando la cobertura llegue al 70%”. En conclusión, la vacunación es necesaria para lograr el inicio del fin de la pandemia.