La repentina muerte del reconocido cantautor vallenato Omar Geles, producto de un infarto mientras practicaba tenis, ha dejado a muchos colombianos perplejos y preocupados.

El intérprete de ‘Una hoja en blanco’ contó, en varias ocasiones, que le apasionaba este deporte y, precisamente, estaba participando en un torneo. Sin embargo, en medio de su primer partido, se desplomó y perdió la vida.

Esta tragedia no solo ha enlutado al mundo de la música, sino que también ha despertado interrogantes sobre los peligros de la muerte súbita durante la actividad física, especialmente en personas que no están acostumbradas a los ejercicios de alta intensidad.

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La muerte súbita: un fenómeno sorprendente

La muerte súbita es un fenómeno que puede ocurrirle a cualquier persona, independientemente de su condición física aparente. El cardiólogo Milton Eusse Villamizar explicó a La Opinión que la muerte súbita se refiere a la aparición inesperada de una parada cardíaca en una persona que parecía estar sana.

“Este evento se produce debido a una interrupción repentina de la actividad cardíaca, causada generalmente por un ritmo cardíaco irregular. Como resultado, la respiración se detiene y la persona pierde el conocimiento casi de inmediato. Es un fantasma que hay que afrontar con responsabilidad. Debemos tomar conciencia para llevar adelante una prevención integral”, señala el cardiólogo. 

Factores de riesgo y causas subyacentes

El especialista además mencionó que, entre algunos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de sufrir un paro cardíaco repentino se encuentran:

1. Presión arterial alta: La hipertensión es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares.

2. Niveles altos de colesterol: El colesterol elevado puede llevar a la acumulación de placas en las arterias, dificultando el flujo sanguíneo.

3. Obesidad: El exceso de peso pone una carga adicional sobre el corazón y puede contribuir a otros problemas de salud.

4. Diabetes: Esta enfermedad puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de complicaciones cardíacas.

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Asimismo, resalta que los “hábitos nocivos como fumar y mantener un estilo de vida sedentario pueden acumularse con el tiempo”, cobrando una factura significativa en la salud cardiovascular.

La importancia de una evaluación médica

Para Carmiña Calderón, medica nutricionista, la “actividad física es crucial para mantener una buena salud”, sin embargo también subraya la importancia de “la evaluación médica antes de embarcarse en ejercicios de alta intensidad”, especialmente para aquellos que han llevado una vida sedentaria.

“Muchas personas pueden ser hipertensas sin saberlo, y someterse a un esfuerzo físico intenso sin conocer el estado de su salud puede ser extremadamente peligroso”, es su advertencia.

El caso de Omar Geles es un recordatorio trágico de que, sin una preparación adecuada y una evaluación médica, incluso una persona aparentemente sana puede enfrentar riesgos serios al practicar deportes de alta intensidad.

“Es necesario estar atentos a los factores de riesgo cardiovascular, incluso si creemos que estamos en las mejores condiciones. La hipertensión y los niveles altos de colesterol son enemigos silenciosos que pueden llevar a tragedias. Recomiendo encarecidamente que cualquier persona que desee iniciar una rutina de ejercicio intenso, se someta primero a una evaluación médica completa”, sugiere Calderón.

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Cambios drásticos y sus consecuencias

Los cambios bruscos en el estilo de vida, como pasar del sedentarismo a la actividad física extrema, pueden tener efectos adversos en el corazón. Uno de los problemas más comunes es la arritmia, que se refiere a latidos cardíacos irregulares. Este problema suele afectar a personas entre los 35 y 40 años y puede manifestarse como latidos demasiado rápidos, demasiado lentos o con un ritmo irregular.

Por ello, el cardiólogo Edgar Eduardo Valencia Mora comenta que es fundamental “que cualquier persona que desee iniciar un régimen de ejercicio intenso, después de un periodo prolongado de inactividad, consulte previamente con un profesional de la salud. Esta precaución permite que evaluemos el estado general del corazón y así poder prevenir posibles complicaciones futuras”.

“Un enfoque gradual y supervisado para aumentar la actividad física es esencial para mantener la salud cardiovascular y evitar problemas como la arritmia”, agrega el médico.

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No sobreestimar la capacidad del cuerpo

Sobreestimar la capacidad del cuerpo después de un periodo prolongado de inactividad puede ser letal. Además del riesgo de problemas cardíacos, existen otros riesgos físicos significativos, como:

Lesiones musculares y articulares: Esguinces, problemas en las articulaciones y tendinitis son comunes cuando el cuerpo no está acostumbrado al ejercicio repetitivo o prolongado.

Deficiencias del sistema inmune: Entrenar en exceso puede afectar negativamente al sistema inmunológico, alterando los niveles de anticuerpos y glóbulos blancos.

“En la búsqueda de recuperar la forma física después de un largo tiempo en reposo, muchas personas subestiman los peligros de exigirle al cuerpo demasiado pronto. Esto no solo puede llevar a lesiones físicas graves, sino que también puede afectar la salud general. Con un enfoque cuidadoso y consciente, es posible mejorar la condición física de manera segura y efectiva”, manifiesta Valencia Mora.

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Transición segura

Para evitar estos riesgos, es crucial una transición gradual hacia un estilo de vida más activo. El médico deportólogo Juan Camilo Meneses recomendó que “para disminuir la muerte súbita en el deporte, sobre todo en los deportistas veteranos, es necesario haber realizado actividad física regular desde edades tempranas, ya que es la manera más eficaz de controlar los factores de riesgo cardiovascular”.

Según el especialista en medicina deportiva, otras medidas serían:

1. Evaluación médica previa: Antes de iniciar cualquier programa de ejercicio, es fundamental someterse a una evaluación médica completa para identificar posibles riesgos.

2. Iniciar con ejercicio moderado: Comenzar con actividades de baja a moderada intensidad, como caminar o nadar, puede ayudar a acondicionar el cuerpo progresivamente.

3. Progresión gradual: Aumentar la intensidad y duración del ejercicio de manera gradual permite que el cuerpo se adapte sin sufrir estrés excesivo.

4. Monitoreo regular: Hacer chequeos médicos regulares para monitorear la salud cardiovascular y ajustar el programa de ejercicios según sea necesario.

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La muerte de Omar Geles ha puesto de relieve la importancia de ser conscientes de los riesgos asociados con los cambios drásticos en el estilo de vida, especialmente en lo que respecta al ejercicio físico intenso.

Mientras que la actividad física es esencial para la salud, debe abordarse de manera segura y gradual, especialmente para aquellos que no están acostumbrados a ella. Una evaluación médica previa y un enfoque progresivo pueden ayudar a prevenir tragedias como la que lamentablemente le costó la vida al querido cantautor vallenato.

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