La salud mental va más allá de manejar el estrés y tomar decisiones en el día a día. Es un estado de bienestar de la persona, el cual permite al individuo enfrentarse a diversas situaciones como estudiar, trabajar, participar en comunidad y desarrollar sus capacidades individuales y colectivas. Es un derecho humano fundamental, además de un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico; en este ámbito, en el 2020 Colombia ocupó el puesto 21 de los 40 sistemas de salud analizados por Economist Intelligence Uni, en donde se resalta la alta prioridad en la formulación de políticas en salud, ya que el país cuenta con la máxima puntuación en promoción del bienestar en salud física, social y mental. Sin embargo, la salud mental es un tema que tiene que seguir mejorando en todos los ámbitos.
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De acuerdo con cifras de Medicina Legal, durante el año 2021 y mediados del 2022 se presentaron los mayores niveles de suicidio en la historia del país, para un 3,41 %, lo que equivale a un total de 4.159 personas, de los cuales 1.714 eran menores de 29 años, lo que corresponde al 1,4%. Problemas como la ansiedad, déficit de atención, comportamiento suicida, entre otros, no se deben pensar como enfermedades que surgen repentinamente, y parte fundamental de su adecuado manejo depende de la identificación y prevención temprana. El 44 % de los niños en Colombia tienen indicios de algún problema de salud mental y se estima que, en el ámbito mundial, el 5% de los adultos padece depresión.
Si bien es usual que las personas experimentemos síntomas mentales, por ejemplo, tristeza, ansiedad, irritabilidad, entre otros, no lo es que estos síntomas persistan la mayor parte del tiempo ni que afecten nuestra funcionalidad. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019 una de cada ocho personas en el mundo padecía un trastorno mental; es decir, 970 millones de personas. Los más comunes fueron: ansiedad, depresión y conducta suicida.
Además, los reportes del Sistema Integrado de Información de la Protección Social (SISPRO), el Observatorio Nacional de Convivencia y Salud Mental, y el Sistema de Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA), refieren que en Colombia:
- La depresión es la segunda causa de carga de enfermedad, es decir, que tiene mayor impacto en la mortalidad y la morbilidad de las personas que la padecen.
- El 44,7 % de niñas y niños tienen indicios de algún problema de salud mental y el 2,3 % tiene trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
- En la adolescencia los trastornos más frecuentes son la ansiedad, fobia social y depresión. La ideación suicida se presenta en el 6,6 % de esta población (7,4 % en mujeres y 5,7 % en hombres). En la adultez, el 6,7 % ha experimentado trastornos afectivos.
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Es muy importante reconocer e identificar las alteraciones psicológicas que pueden derivarse o asociarse con el diagnóstico de una enfermedad. Esta asociación entre enfermedad física y mental se presenta por los mismos cambios físicos que un diagnóstico trae, y/o al generarse cambios en la manera en que la persona se percibe y en la forma en que se relaciona con su entorno (cambios en las rutinas y estilo de vida). Para favorecer la recuperación de una persona es fundamental atender tanto a su salud física como a su salud mental, dado que cómo lo menciona la Organización Mundial de la Salud (OMS), no hay salud física sin salud mental.
‘’Partiendo de la estrecha relación que existe entre la salud física y la salud mental, la Zona Lavanda del Hospital Universitario de la Fundación Santa Fe de Bogotá ha generado un modelo de servicio y arquitectónico innovador e incluyente, teniendo como objetivo brindar una atención especializada, integral e interdisciplinaria a pacientes que, por sus condiciones médicas, tipos de tratamiento y evolución; puedan presentar alteraciones emocionales, afectivas, cognitivas y/o comportamentales’’. Comenta el Dr. Juan Carlos Molano, Jefe del Departamento de Salud Mental de la Fundación Santa Fe de Bogotá.
La Zona Lavanda es además un espacio arquitectónico centrado en la persona, armónico y sereno, que contribuye positivamente al bienestar y mejoría de los pacientes. Cuenta con espacios amplios, luz natural, colores relajantes; elementos de seguridad en zonas comunes, habitaciones individuales tanto para adultos como para niños y adolescentes y una sala múltiple para actividades.
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