El pasado 14 de junio el Senado de la República aprobó el proyecto de ley de Matrícula Cero con el que se estableció la gratuidad para las carreras de pregrado en las Instituciones de Educación Superior (IES) públicas del país. 

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Una noticia satisfactoria para miles de jóvenes de estratos 1, 2 y 3 que esperan sea una ley efectiva y realmente les permita, desde el próximo año, acceder a la educación superior gratuita sin ningún tipo de trabas. 

Esto, teniendo en cuenta que, aunque la matrícula cero ya se venía implementando desde el 2021, desafortunadamente los recursos asignados nunca fueron suficientes para llegar a todos los jóvenes vulnerables del país, razón por la que muchos perdieron la oportunidad de ingresar a una IES. 

Y es que según lo expuesto en la Ley 260, el Gobierno anterior destinó $97.500 millones que se distribuyeron entre las 63 IES públicas de todo el país para la matrícula cero, pero no alcanzaron, pues se estima que el costo total de un semestre es de $700 mil millones. 

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El senador del Pacto Histórico Álex Flórez, uno de los ponentes del proyecto, señaló que “los estudiantes no van a tener que pagar un solo peso por la matrícula y esto ya no sólo será una puesta del Gobierno actual o del Gobierno de paso, sino que permanecerá en el tiempo”.

Flórez indicó a través de su cuenta de twitter que la matrícula cero no será un subsidio, sino la garantía de acceso a un derecho constitucional que debe ser universal. 

En este sentido, se estableció que el Gobierno nacional será quien garantice la financiación necesaria para asegurar la gratuidad en el valor de la matrícula de los programas de pregrado en las IES. 

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¿Qué piensan los universitarios?

Carolina Gómez, estudiante de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), señaló que es fundamental que el presidente Gustavo Petro, no solo sancione cuanto antes la ley, sino que realmente garantice los recursos para el sector educativo y, en esta oportunidad, ningún joven quede por fuera. 

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“Vi a muchos compañeros que tuvieron que salirse durante la pandemia de estudiar, porque no contaban con el dinero para pagar el total del semestre y aunque estaban dentro de la clasificación de estratos bajos, nunca salieron beneficiados, ya que los recursos no alcanzaban para todo el departamento”, dijo Gómez. 

La líder estudiantil precisó que la misma situación la tuvo que presenciar este año, cuando algunos de sus compañeros que sí tenían el beneficio, lo perdieron porque los lineamientos cambiaron y muchos aún no estaban en la base de datos del Sisbén o resultaron asignados a un grupo mayor, a pesar de vivir en condiciones vulnerables. 

Por su parte, Adriana Grimaldo, estudiante de la Universidad de Pamplona, destacó que esto es un logro de todos los jóvenes que alzaron su voz en diferentes protestas, con un único objetivo: “que la educación superior pública sea universal y los gobiernos la pongan como prioridad en las diferentes discusiones”. 

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Grimaldo sostuvo que es primordial que los jóvenes se conviertan en veedores de estos procesos, para hacer cumplir la ley, ya que, según señala, hay muchos opositores frente a esta nueva normativa, por lo que no pueden permitir que los recursos se desvíen o terminen beneficiando a quienes menos lo necesitan. 

“Hay un problema y es que en las universidades públicas hay muchos estudiantes que sí cuentan con los recursos para pagar un semestre, o sea no necesitan de una matrícula cero, pero se registraron como personas de estratos bajos y terminan quitándole ese beneficio de gratuidad a alguien que realmente lo necesita, eso debería controlarse”, apuntó.  

Cabe destacar que para Norte de Santander, según el Ministerio de Educación Nacional, el beneficio de la matrícula cero aplicaría para cerca de 22 mil estudiantes de la Universidad de Pamplona, 16 mil jóvenes de la UFPS en la sede de Cúcuta y 5.800 en Ocaña, así como para un poco más de 1.500 del Instituto Superior de Educación Rural - ISER.

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‘Más recursos para infraestructura’

Ivaldo Torres Chávez, rector de la Unipamplona y presidente del Sistema Universitario Estatal (SUE), manifestó que reciben con alegría este anuncio sobre la matrícula cero, pues permitirá que el 99,7% de sus estudiantes que pertenecen a los estratos 1, 2 y 3 se beneficien. 

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Torres señaló que están cumpliendo su misionalidad extendiéndose a otras regiones, ya que son “una universidad de la provincia para las provincias”, un plus para la institución, pero que también, al igual que las otras IES de la región, necesita de más recursos para mejorar la infraestructura educativa y poder cumplir totalmente con la ley de matrícula cero. 

“Tienen que acompañarnos y ayudarnos con más recursos frescos en inversión, para poder aumentar el número de salones y laboratorios y poder abrir más cursos con mayor número de jóvenes”, dijo Torres. 

El rector señaló que en el primer semestre de este 2023 ingresaron 2.000 estudiantes nuevos, precisando que, para próximos periodos académicos es claro que la matrícula podría aumentar y para que toda la población sea admitida, es necesario contar con mayores espacios. 

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“Nosotros tenemos un aumento que está cerca del diez por ciento. Crecieron nuestros programas con metodología a distancia, crecieron algunos programas presenciales, pero solamente podemos llegar a ese límite acorde al espacio físico que tenemos, dependiendo del número de jóvenes que puedan ingresar a un aula de clase”, añadió. 

Frente a la ampliación de cobertura que contempla hacer el Ministerio de Educación Nacional para 500 mil nuevos cupos de educación superior en todo el país, el rector señaló que tendrán que es una apuesta que debe estar acompañada de soluciones reales y materializables para que pueda funcionar. 

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Requisitos para acceder al beneficio

Los jóvenes interesados deben estar matriculados con antelación en el programa de pregrado de su interés, tener entre 14 y 28 años y estar en la base de datos del Sisbén IV. Aplica para quienes forman parte de una IES desde el primer semestre de 2022. 

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Se priorizarán a las víctimas del conflicto armado, comunidades indígenas, rom, raizales, afrodescendientes y palenqueras, población con discapacidad, madres cabeza de familia y jóvenes graduados como bachilleres de colegios oficiales ubicados en las zonas rurales del país.

El beneficio cubre el mismo número de períodos académicos que hay definidos en el programa, es decir que si eligen una carrera de 10 semestres, pero el estudiante debe cursar un periodo adicional, ese gasto deberá ser asumido por el beneficiario. 

Los jóvenes que quieran acceder a la matrícula cero no pueden contar con títulos de pregrado o posgrado.

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