Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Región
La violencia digital, un fenómeno creciente
No se puede normalizar la conducta punitiva en que hoy se mueven las redes sociales, y menos si provienen de un corte radicalista. Las redes son para expresarse mediante el respeto y sin censura.
Authored by
Image
Alianza Unisimon
Domingo, 6 de Abril de 2025

Colombia atraviesa una aguda crisis política y social. Escándalos, amagues de paro en distintos sectores gremiales y hechos particulares que se suman a las cifras de violencia, como la falta de empatía y de respeto por las opiniones contrarias, avivan aún más la hoguera de todo tipo de agresividad, particularmente en las redes sociales.


Lea también: Los intentos por revivir la reforma laboral y ponerle freno a la consulta


La violencia digital pareciera no tener límite. En Colombia, es un problema creciente. Según el Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), la prevalencia es alta. Por su parte, el Centro Cibernético Policial, estima que las redes sociales son el principal espacio donde ocurre la violencia digital, con un 68 % de los casos (2023). Los tipos de violencia van desde la sextorción, el ciberacoso, la injuria o calumnia y hasta las amenazas.

Pero este fenómeno no sólo afecta a cualquier cibernauta. Según la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), el acoso digital también intimida a los periodistas, lo que se traduce en censura y autocensura, siendo una forma de violencia. Este acoso muchas veces proviene del mismo Estado y las estrategias son el desprestigio, la confrontación y la estigmatización en la virtualidad, ya sea en Colombia o cualquier parte del mundo.

Sólo en 2024, la FLIP determinó que se perpetraron 186 ataques a periodistas, un problema grave, pues ellos juegan un papel fundamental en la libertad de  expresión y el derecho a la comunidad a estar informada. “La violencia digital silencia las voces críticas y amplifica discursos agresivos y estigmatizantes…”.

Desde acusaciones que rayan con la calumnia y la injuria, noticias incriminatorias, “fake news” y todo tipo de artimañas, reflejan la falta de respeto y de empatía, muchas veces producto de la polarización de la ciudadanía.

Preocupa que los ciudadanos no sean cautelosos con lo que escriben, dicen y hacen tanto en el mundo virtual como en el real. No obstante, el exfiscal general de la Nación y columnista Francisco Barbosa, señala que en el campo social, y de lo político, la polarización es normal y necesaria para construir un mejor escenario en el país.


Lea además: Excocaleros del Catatumbo logran acuerdo con el Programa Nacional de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito


“La polarización es la regla esencial de la política. En ese sentido, pugnacidad, querella, crispación, choque y cisma son parte fundamental de la construcción del poder y del origen de los regímenes políticos. Desde la antigüedad las luchas por el poder y la construcción de polos opuestos son esenciales para justificar nuevas ideas”, expresa el exfiscal.

Un llamado a la acción

No obstante, lo que no se debe normalizar de la polarización son las conductas de corte radicalista que suelen ser peligrosas para quienes las emiten, incluso, para el ciudadano en común que se siente alterado e impulsado en defender su posición o razón a cualquier costo.
Según el profesor de la Universidad Simón Bolívar y director de la Maestría en Derecho Penal,

Fabián Enrique Cubillos Álvarez, como abogado penalista, “es importante hacer un llamado de conciencia a la ciudadanía en general, que, por supuesto está en todo el derecho de expresarse y de manifestarse, pero también es muy cierto que debe hacerlo con responsabilidad”.

El ciudadano del común debe ser prevenido al recibir o compartir mensajes que invitan al radicalismo. Estos suelen ocultarse en noticias falsas, denuncias que inviten a marchas, protestas y movilizaciones violentas o mensajes que inciten al odio y a la agresión.

Para el profesor Cubillos, lo importante para tener en cuenta, es lo peligroso de cruzar la delgada línea entre el debate y los apasionamientos que provoquen el cometer delitos. El ejemplo más claro y reciente fue el de Daneidy Barrera, también conocida como EPA Colombia, quien purga una pena de prisión en centro de reclusión por causa de dañar una estación en Transmilenio, momentos en que se sumó al llamado “Estallido Social”, un año antes de las elecciones del 2022, contra las reformas del expresidente Iván Duque.


Entérese: Niño murió tras ser olvidado dentro de un auto durante seis horas: tragedia en Brasil


Como muchos saben, la EPA, en sala de la Corte Suprema de Justicia, fue condenada a cinco años y tres meses de prisión por daño en bien ajeno agravado, perturbación del transporte público colectivo e instigación a delinquir con fines terroristas, este último punible por divulgar este contenido en sus redes sociales, siendo para la época una figura pública, al ser “influencer”.

De acuerdo con Daneidy, todo lo hizo por la invitación de unos amigos quienes le vendieron la falsa idea de que éste era su derecho a protestar. Por ello, lo que preocupa es que más incautos, por voluntad o forzados por intereses personales se movilicen y defiendan sus colores partidistas realizando actos que, en el peor de los casos, constituyen delitos a la luz del Código Penal Colombiano (Ley 599 del 2000).

La invitación es a construir un debate sano, sin violencias y sin mentiras, bajo el respeto y siempre atendiendo la normatividad que le permite a los ciudadanos ejercer sus derechos humanos y civiles, como el derecho a la libertad de expresión, a la protesta, y a hacer parte de movimientos o colectividades, siempre y cuando sus derechos no se sobrepongan a los de los demás.

era digital

 

¿Qué se puede y que no se puede hacer? 

Lo que sí:

  • Protestar: salga y participe de las protestas pacíficas.
  • Opinar: utilice sus argumentos o posturas políticas con respeto, sin faltar a su verdad.
  • Presentar pruebas: denuncie la corrupción  u otro acto seguro del que tiene pruebas.
  • Circular por las calles: todo ciudadano tiene libre locomoción, por lo tanto, puede movilizarse por el espacio público.
  • Acudir a protestas: reúnase y solicite los permisos ante las autoridades municipales para ejercer su derecho a la protesta.
  • Utilizar adecuadamente los espacios: siempre que convoque una protesta, tenga cuidado con el espacio público, limpie y proteja el ornamento y la arquitectura.
  • Crear espacios de respeto: siempre valore la posición del prójimo y genere espacios de debate.

Lo que no: 

  • Usar la violencia: No vandalice el bien ajeno, sea público o privado.
  • Injuriar: La injuria es un delito. No realice hechos u opiniones que atenten contra la dignidad de una persona.
  • Calumniar: La calumnia también es un delito que atenta contra el honor y la reputación de las personas; no acuse falsamente.
  • Perturbar el transporte público: El que por cualquier medio ilícito imposibilite la circulación o dañe nave, aeronave, vehículo o medio motorizado destinados al transporte público, colectivo o vehículo oficial, incurrirá en prisión (…).
  • Instigar al terrorismo: No invite al vandalismo o al terrorismo.
  • Dañar lo ajeno: Evite dañar arquitecturas o monumentos que representen bienes públicos o privados y son protegidos por las autoridades. 7. Acudir a convocatorias extrañas: Nunca atienda a convocatorias que inciten al odio por otras personas por su condición social o formación política, a amenazar o exterminar; esto es considerado apología al delito.
    Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion 
Temas del Día