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La nueva estrategia para desmontar mitos sobre los firmantes de paz
En Colombia la percepción de reconciliación en los municipios más afectados por la guerra es de un 33%.
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María José Salcedo
Viernes, 30 de Mayo de 2025

En un esfuerzo por superar los efectos de la estigmatización en la comunidad de firmantes de paz y despejar su camino hacia la reinserción social, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, ARN, lanzó oficialmente la campaña ‘Mirémonos de cerca’, una estrategia comunicacional por medio de la cual se busca desmontar los mitos alrededor de los excombatientes. 

Y es que a casi nueve años del Acuerdo de Paz, los firmantes siguen enfrentando obstáculos en su proceso de reincorporación, en el que pese a contar con el acompañamiento institucional, la estigmatización se mantiene como un legado del conflicto armado, afectando a quienes intentan rehacer su vida en la legalidad. 

La campaña consta de una serie de piezas audiovisuales, protagonizadas  por firmantes de paz, en las que por medio de testimonios, se cuentan las verdades en torno a los mitos cargados de miedo y desconfianza hacia esta población.


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Lorena Corvera, coordinadora de la ARN en Norte de Santander, señaló que las afectaciones que sufren los procesos de reincorporación por cuenta de la estigmatización es fuerte, toda vez que tienen que ver con la vida y seguridad de los firmantes. 

Explicó que la estigmatización “legitima de alguna manera que estas personas no son valiosas para la sociedad y son susceptibles de ser asesinadas”, como ha ocurrido en los últimos meses en el Catatumbo, por ejemplo, luego de la escalada violenta entre el Eln y las disidencias de las Farc. 

Corvera indicó que además de los riesgos y los problemas de acceso a derechos fundamentales, como acceso a salud, educación, oportunidades laborales y de desarrollo de proyectos productivos, la discriminación “impide que estas personas puedan alcanzar la sostenibilidad económica y sobre todo que puedan hacer su ejercicio en democracia”, dijo. 

Señaló que este fenómeno ha limitado al mismo tiempo el éxito del proceso y llamó la atención sobre el reto que tiene Colombia como país y como Estado, de derrotar este flagelo, “entre ellos las instituciones que al final tienen el deber de atender y facilitar el acceso a derechos de esta población”, dijo la coordinadora de la ARN en Norte de Santander. 


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Campaña Mirémonos de cerca.
Romper el ciclo de la guerra

La estigmatización, entendida como una forma de violencia, supone una barrera para la reconciliación. De acuerdo con datos de la ARN, en Colombia apenas 1 de cada 4 personas se sentiría cómoda teniendo como vecino a un firmante; en territorios de desarrollo con enfoque territorial o Pdet, apenas 5.1% confía en los firmantes, y en las ciudades alcanza un 11%.

En este sentido, la percepción de reconciliación en los municipios más afectados por la guerra es de un 33%, en tanto que el grado de estigmatización hacia los firmantes es más alto en zonas de alta conflictividad como el Catatumbo; y más baja en regiones como Putumayo, Guaviare o norte del Cauca, donde los procesos comunitarios avanzan. 


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Frente a estos datos el economista e investigador Mario Zambrano, indicó que en un país donde predominan los discursos estigmatizantes, las etiquetas y un imaginario social que genera exclusión que alimentan el conflicto, es necesario “romper el ciclo de la guerra y eso implica decir las cosas de una manera distinta, no en el sentido estético, sino reconociendo la voluntad de construcción de paz”, dijo. 

Asimismo, manifestó que “hay que hacer un esfuerzo grande en construir confianza, no solo con los firmantes, sino entre los firmantes, con la sociedad, con el sector empresarial”. 

Advirtió que las dificultades en Norte de Santander, para aumentar el nivel de confianza, tiene que ver con la existencia de varios grupos armados en la disputa del territorio, “eso dificulta la paz”, dice, en el sentido de que no brinda las suficientes garantías para los firmantes, y muestra de ello son los 30 ex combatientes asesinados en desde la firma del acuerdo. 

Destacó que a pesar de lo ocurrido los firmantes aun quieran mantener la voluntad, “eso hay que mantenerlo, porque la paz hay que hacerla sostenible, y para ello el esfuerzo debe ser no solo del Estado, sino también de la sociedad, tiene que poner de su parte y hacerlo de manera consciente”, dijo Zambrano. 

 

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