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El joven Barí que se opone a la guerra en Catatumbo
El pueblo Barí ha sido víctima constante de los armados ilegales y un joven de esa comunidad se ideó un proyecto para evitar que los niños del pueblo terminen siendo reclutados.
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Colprensa
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Lunes, 23 de Junio de 2025

Humberto Bobarishora Yucarmuto tiene 25 años, creció en la región del Catatumbo, es un indígena del pueblo Barí y con su liderazgo trata de hacerles frente a las acciones que los armados ilegales pretenden imponer en su territorio.

Su comunidad está asentada en 122.200 hectáreas de la Serranía de los Motilones: está atravesada por el río Catatumbo y la Sierra del Perijá. Sus ancestros estaban allá mucho antes de que la violencia asomara.

Los mayores del pueblo Barí cuentan que un día vino SabaSeba –espíritu ordenador del mundo y primer maestro de la naturaleza– y ante el caos decidió bajar y crear al pueblo que está ubicado en Norte de Santander y la frontera de Colombia con Venezuela.

Son sobrevivientes de la brutalidad de la conquista española, las incursiones de los mineros sedientos de petróleo en sus territorios y de los coletazos del conflicto armado interno.


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“La población Barí es resiliente y luchadora. Somos buscadores de paz y armonía. Sueño con que mi territorio sea tranquilo, donde haya oportunidades para los jóvenes y para todo el resguardo”, apuntó Bobarishora Yucarmuto.

Sus anhelos representan también el clamor de las 5.923 personas que, de acuerdo con Organización Nacional Indígena de Colombia, integran el pueblo Barí.

El pasado 8 de junio, una niña de 12 años de esta comunidad fue raptada por dos hombres armados mientras caminaba por el casco urbano de Tibú. Las autoridades indígenas apuntaron que la intención de los ilegales era reclutarla.

La menor, después de varias conversaciones, logró regresar a su casa. Pero la suerte de ella no fue la misma de 246 niños, niñas y adolescentes del pueblo Barí que han sido reclutados por los ilegales desde la firma del Acuerdo de Paz con las Farc en 2016.

Desde el pasado 15 de enero la población del Catatumbo quedó en la mitad de un enfrentamiento entre el Eln y las disidencias del Frente 33 de las Farc. La escalada violenta ha provocado el desplazamiento forzado de 68.347 personas y 135 personas han muerto.

La Defensoría del Pueblo y analistas del conflicto han advertido que la intención de los armados, con la guerra que desataron, es lograr una eventual reconfiguración del territorio y de su población.


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“Este desplazamiento masivo implicó el destierro de organizaciones completas que hoy no tienen posibilidades de regresar al territorio: son sectores sociales completos y otros, que no tenían un liderazgo tan visible, tienen que aceptar las normas sociales que impone el Eln para poder regresar. El movimiento social y organizativo del Catatumbo fue excluido y así permanecerá hasta que esta realidad no cambie”, ha dicho Iris Marín, defensora del pueblo, en diálogo con este diario.

Por eso cualquier iniciativa de liderazgo en el Catatumbo resulta un acto valiente. Bobarishora Yucarmuto, con sus proyectos, se opone a que los jóvenes de su pueblo sean reclutados. Para la guerra nada.

La iniciativa

Humberto lleva seis años preparándose para ser un líder dentro de su comunidad. Junto a otros seis jóvenes crearon la iniciativa “Resembrando la Memoria”, un proyecto que es apoyado por la FAO y la Unicef.

La intención es preservar los conocimientos ancestrales, promover la soberanía alimentaria y fortalecer la identidad cultural entre los jóvenes Barí a través de huertas comunitarias, cartillas de medicina ancestral y de su lengua conocida como Barí Ara.

“Vimos que había la necesidad de fortalecer nuestra identidad cultural. Recuperamos nuestra lengua materna porque veíamos que en la comunidad algunos sabios se nos estaban muriendo. Toda nuestra historia estaba en la tradición oral y necesitábamos documentar que algo existió. Por eso creamos una cartilla”, apuntó Bobarishora.


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