Después de una larga espera y la presión de la misma comunidad vehículos pequeños comienzan a pasar por el puente militar instalado en la vereda El Tarrita de la carretera Ocaña-Cúcuta.
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La estructura metálica ensamblada por ingenieros militares en un trabajo articulado con el Instituto Nacional de Vías requiere la estabilización de los terrenos en los accesos y hasta la fecha, de manera oficial, no se ha ordenado el tráfico debido a la demora en la adecuación de los terraplenes por parte del consorcio KMA construcciones.
Las empresas transportadoras ya empezaron a despachar por ese corredor vial, mientras tanto, gremios esperan la apertura total de la carretera para resarcir las pérdidas económicas que dejó la avalancha ocurrida el 31 de mayo del presente año.
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Los pasos artesanales habilitados por los campesinos de la región para hacer trasbordo ya fueron desmontados y si las condiciones climáticas lo permiten este sábado se estaría dando vía libre a la circulación de todo tipo de vehículos, informaron operarios en la zona de emergencia.
A toda marcha
La maquinaria utilizada por la firma contratista trabaja a toda marcha para cumplir con el segundo objetivo de la urgencia manifiesta suscrita a principios del desastre natural.
Ya se encuentran listos los muros reforzados con alcantarillas como aliviaderos a la presión del agua. Los operarios instalaron la capa geotextil para el relleno granular con capas de 25 centímetros de cementos en las rampas para facilitar el acceso de los vehículos de carga. Así se espera mitigar la presencia de agua en la zona donde se construyen los terraplenes del lado de Cúcuta.
El Invías dijo que la primera meta era evacuar toda la sedimentación ocasionada por la remoción en masa desde lo alto de la cordillera.
El segundo propósito era habilitar el corredor vial que conecta a la capital del departamento con la costa norte colombiana.
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Y la tercera fase corresponde a los estudios y diseños de un nuevo trazado para remediar el problema definitivamente, informó Leonel Valero, director de la territorial del Invías Norte de Santander.
El calvario de los transportadores
Los pasajeros aplaudieron la decisión de facilitar la circulación de los vehículos livianos en la zona de mayor afectación de la carretera Ocaña-Cúcuta.
“Los metálicos están listos para el puente festivo y lograr el reencuentro con nuestros seres queridos. Se requiere una gran inversión para hacer una vía alterna, por este lado, lo veo difícil porque el río corre por el mismo nivel de la calzada”, manifestó el usuario Manuel Vargas.
El gremio transportador reclamó acciones concretas para solventar la catástrofe económica ocasionada por el fenómeno natural.
“Transcurridos más de 135 días desde la ocurrencia de la avalancha, se aperturó la vía para vehículos livianos por el puente militar sobre el río Tarrita, es decir, aún la solución definitiva no se ha efectuado, considerando que vehículos pesados están sujetos a las inclemencias del tiempo para hacer su paso sobre el sector que mueve bastante la economía de la región”, indicó el gerente de la Empresa de Transportadores Unidos, Cootransunidos, Román Alberto Jácome Pérez.
El representante legal de la cooperativa coordinó la logística y reorientó a los usuarios para retomar de manera directa estos viajes hacia la ciudad de Cúcuta, y viceversa. “Esperamos de nuestros usuarios comprensión porque sabemos que tendremos tránsito lento por este tramo, lo que también se verá afectado por las lluvias”, reiteró.
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En cuanto al valor del tiquete, ha sido reajustado a las mismas condiciones en que se encontraba antes de la emergencia ambiental. Cootransunidos, de manera responsable estará haciendo la devolución del excedente por mayor valor pagado a los usuarios que habían adquirido previamente sus pasajes, comportamiento que nos demuestra que los pasajeros cuentan con la confianza y seguridad en los servicios brindados durante más de 50 años de experiencia que nos respaldan, puntualizó.
Reclaman celeridad en las obras
El presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Tarrita, Álvaro Jácome Rangel, solicitó al Instituto Nacional de Vías, pisar el acelerador a fondo para culminar los trabajos y habilitar totalmente el corredor vial.
“Ya los puentes están listos y falta la adecuación de los terraplenes para el acceso de los vehículos pesados. Ante la presión de la comunidad se logró el tránsito de carros livianos y motocicletas”, reiteró.
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El líder comunitario censuró la lentitud en algunos procesos donde los ingenieros de la firma KMA se escudan en la temporada invernal. “La verdad los aguaceros dificultan el maniobrar de los obreros, pero antes por qué no hicieron esas estructuras para el paso de los camiones”.
Damnificados molestos
Más de cincuenta afectados por la avalancha de El Tarrita, en el municipio de Ábrego y quienes tenían sus predios cerca del río advirtieron que no han recibido atención por parte del Estado.
Los ahorros de sus vidas ya se acabaron y algunos están endeudados en los bancos, por lo que reclaman asistencia del gobierno. Piden que se establezcan mecanismos para conocer hacia dónde serán reubicados y reclaman que el Gobierno sea equitativo a la hora de devolverle sus tierras o reubicarlos, anotó Lusary Jácome.
Obras entran en recta final
La instalación de tubería que permite el flujo interno de agua de los taludes y de la corriente del río fue terminada por el Instituto Nacional de Vías, Invías, en esta recta final para superar la emergencia que se presentó en el sector El Tarrita, en el corredor vial Ocaña - Cúcuta.
Además de ello, el Instituto continúa sus avances en la construcción de los terraplenes y vías de acceso para que los vehículos puedan transitar, con total seguridad, por el segundo puente metálico instalado la semana anterior en la zona de la emergencia.
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De igual forma, este jueves 12 de octubre se llevó a cabo el tercer Puesto de Mando Unificado, PMU, para hacer un balance de las obras ejecutadas de acuerdo con el cronograma establecido, definir el plan de manejo de tráfico, así como la fecha de apertura de la vía.
Así, a través del Invías, se reiteró el compromiso con las poblaciones de poder normalizar la transitabilidad por esta vía que completa ya más de cuatro meses y medio cerrada por culpa de la avalancha del pasado 31 de mayo cuando más de 300 familias resultaron damnificadas.
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